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Estrategias para combatir el edadismo: ¿formación específica
sobre envejecimiento o contacto intergeneracional?
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Strategies to combat ageism:
positive education about aging or
intergenerational contact?
Recibido: 25 de septiembre de 2019 | Aprobado: 18 de noviembre de 2019
Resumen
Desde el Modelo PEACE se sugiere que realizar intervenciones
combinadas (educación sobre el envejecimiento y contacto
intergeneracional) es la mejor estrategia para combatir el edadismo.
Este estudio pretende observar el impacto del aprendizaje experiencial
al comprobar empíricamente si el contacto intergeneracional tiene
efectos sobre los estereotipos negativos hacia la vejez de un
grupo de estudiantes que había recibido previamente formación
teórica sobre el envejecimiento en un programa de voluntariado
universitario. Se realizó un diseño pre-post sin grupo control con
18 participantes del programa. Los estereotipos negativos hacia
la vejez se evaluaron mediante la escala CENVE, comparando
los datos de los participantes en dos momentos temporales (tras
recibir la formación teórica y tras realizar la práctica de contacto
intergeneracional). Se observó una reducción estadísticamente
signicativa de los estereotipos relacionados con aspectos
motivacionales y sociales del envejecimiento tras realizar la práctica
de contacto intergeneracional, aspecto en el que no mostraron
cambios tras haber recibido la formación teórica del Programa,
respecto al pre-test. Este hallazgo evidencia el potencial de los
programas combinados para eliminar estereotipos edadistas en contextos educativos.
Palabras clave: estereotipos, edadismo, vejez, educación, aprendizaje experiencial.
_____________________________
* Profesora Asociada del Departamento de Psicología de la Salud y Coordinadora de Voluntariado de SABIEX de la Universidad Miguel Hernández de
Elche, España. Para contactar a la autora: rlorente@umh.es
** Psicóloga especialista en Gerontología y Salud y colaboradora de SABIEX de la Universidad Miguel Hernández de Elche, España. Para contactar a la
autora: pbrotons@umh.es
*** Profesora Titular del Departamento de Psicología de la Salud y Directora del Programa de Mayores SABIEX de la Universidad Miguel Hernández de
Elche, España. Para contactar a la autora: esther.sitges@umh.es; Teléfono: +34966658528
_____________________________
ISSN (en línea): 1814-4152 / Sitio web: http://cuaderno.pucmm.edu.do
CÓMO CITAR: Lorente, R., Brotons, P. y Sitges, E. (2020). Estrategias para combatir el edadismo: ¿formación especíca sobre envejecimiento o contacto
intergeneracional? Cuaderno de Pedagogía Universitaria, Vol. 17, n.º 33, enero-junio, pp. 6-16
RAQUEL LORENTE MARTÍNEZ*
UNIVERSIDAD MIGUEL HERNÁNDEZ
DE ELCHE, ESPAÑA
rlorente@umh.es
PAULA BROTONS RODES**
UNIVERSIDAD MIGUEL HERNÁNDEZ
DE ELCHE, ESPAÑA
pbrotons@umh.es
ESTHER SITGES MACIÁ***
UNIVERSIDAD MIGUEL HERNÁNDEZ
DE ELCHE, ESPAÑA
esther.sitges@umh.es
CUADERNO DE PEDAGOGÍA UNIVERSITARIA | VOL. 17 NÚMERO 33 | ARTÍCULOS CIENTÍFICOS | PP 06 - 16
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Abstract
From the PEACE Model, it is suggested that carrying out combined interventions (education on aging and
intergenerational contact) is the best strategy to combat ageism. This study aims to observe the effects of
experiential learning by empirically checking whether intergenerational contact has an effect on negative
stereotypes towards old age of a group of students who had previously received theoretical training on
aging in a university volunteer program. A pre-post design was carried out without a control group with 18
participants. Negative stereotypes towards old age were evaluated using the CENVE scale at two times (after
receiving the theoretical training and after performing the practice of intergenerational contact). A statistically
signicant reduction of stereotypes related to motivational and social aspects of aging was observed after
the practice of intergenerational contact, an aspect in which they showed no changes after receiving the
theoretical training of the Program, with respect to the pre-test. This nding demonstrates the potential of
combined programs to eliminate ageism stereotypes in educational contexts.
Keywords: stereotypes, ageism, old age, education, experiential learning.
Introducción
La visión que la sociedad tiene de las personas
mayores es principalmente negativa y centrada en
una imagen miticada de declive físico (aumento
de la incidencia de enfermedades, declive de las
capacidades funcionales, etc.), motivacional (falta
de interés), social (desvinculación social y soledad)
y de personalidad (rigidez e inexibilidad, poca
creatividad, etc.) (Moreno, 2010; Carbajo-Vélez,
2009). Esta visión estereotipada de la vejez ha sido
denida como edadismo/ageism (Butler, 1969) y
se reere al conjunto de estereotipos y prejuicios
asociados a las personas mayores y al proceso
de envejecer que compromete el envejecimiento
activo y saludable.
El edadismo se ve reforzado y sobregeneralizado
a través de las representaciones sociales que se
trasmiten en medios de comunicación manifestando
continuamente, de forma arraigada, esta percepción
miticada de la vejez como colectivo minoritario,
centrado en el temor al deterioro y a la pérdida de
autonomía. Además, en los anuncios que se emiten
desde estos medios se fomenta una visión pasiva
de la vejez, clasicando al colectivo de personas
mayores dentro del grupo de consumidores y no
como productores (del Campo y Maestro, 2014).
Esta visión negativa del envejecimiento puede
inuir en la percepción que las personas mayores
tienen de sí mismas, mediante el efecto Pigmalión
o profecía autocumplida, favoreciendo que se
ajusten a la imagen negativa que la sociedad tiene
sobre ellas; comprometiendo así la promoción del
envejecimiento activo y saludable en esta población
(Menéndez, Cuevas-Toro, Pérez-Padilla y Lorence,
2016).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte
que el aumento de la población mayor de 65 años
a nivel mundial, que en España representa ya
al 19.1% de la población (Abellán-García et al.,
2019), precisa que se aborde el envejecimiento
de la población desde la salud pública, a través
del desarrollo de nuevas políticas que eviten los
preconceptos y estereotipos negativos asociados
a las personas mayores y, por consiguiente, la
discriminación por razón de edad (OMS, 2015).
Para eliminar esta visión estereotipada, es preciso
transmitir a la sociedad una información sobre la
vejez que proporcione una imagen más diversa y
positiva del envejecimiento, favoreciendo así una
reconceptualización de la idea de la vejez más
ajustada a la realidad (Blanco-Molina y Pinazo-
Hernandis, 2016; del Campo y Maestro, 2014).
En este sentido, diversos estudios conrman que las
generaciones más jóvenes tienen una percepción
negativa hacia la vejez y señalan la necesidad
de formar en materia de envejecimiento tanto a
la población infantil como la juvenil (Gutiérrez y
Mayordomo, 2019; Rello, Bravo, y Plata, 2018;
Sarabia y Castanedo, 2015; Sanhueza-Chamorro,
2014).
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En la población universitaria, Gutiérrez y Mayordomo
(2019) comprobaron que el alumnado de grado de
Magisterio presentaba estereotipos negativos hacia
la vejez, sobre todo, en aspectos de carácter y
personalidad y motivación social, atribuyendo a
las personas mayores una mayor rigidez mental
y menos intereses vitales. Sanhueza-Chamorro
(2014) observó que los estudiantes de Ciencias
de la Salud tenían una imagen generalmente más
positiva que los estudiantes de Ciencias Sociales.
Asimismo, teniendo en cuenta los años de estudio
y la práctica profesional en diferentes áreas de
especialización sanitaria, Rello, Bravo y Plata
(2018), comprobaron, con una muestra de 200
estudiantes de grado de Fisioterapia y Terapia
Ocupacional y profesionales de ambas disciplinas,
que los estudiantes de primer curso de grado tenían
signicativamente más estereotipos edadistas que
el grupo de estudiantes de cuarto curso y el de
profesionales. Además, por disciplinas se observó
que el estudiantado de cuarto curso de Fisioterapia
mostraba más estereotipos negativos que el grupo
de sioterapeutas, sin embargo, esa diferencia no
se observó entre el estudiantado de último curso
de Terapia Ocupacional y el grupo de profesionales
de esa especialidad. Los resultados de ese estudio
demuestran que recibir una formación más
especíca en una disciplina dentro de las Ciencias
de la Salud inuye positivamente en la reducción
de los estereotipos edadistas y, asimismo, que
la experiencia práctica profesional con personas
mayores también ayuda a mejorar la imagen sobre
las personas mayores.
La investigación disponible hasta ahora sobre la
efectividad de las intervenciones para combatir
los estereotipos edadistas se puede clasicar
fundamentalmente en dos categorías: una, centrada
en la formación especíca gerontológica basada en
la trasmisión de conocimientos actualizados sobre
la heterogeneidad del proceso de envejecer; y otra,
centrada en el contacto intergeneracional a través
del desarrollo de experiencias de interacción social
tanto individualizadas como en grupo.
Desde la primera aproximación nos encontramos con
estudios que deenden que, a través de la formación
especíca sobre aspectos gerontológicos, se puede
desarrollar una reconceptualización del proceso
de envejecimiento en el que este proceso vital se
normalice (Gutiérrez y Mayordomo, 2019; Ribera,
Bustillos, Guerra, Huici y Fernández-Ballesteros,
2016; Sarabia y Castanedo, 2015; Borrella, 2013).
Al proporcionar formación especíca, aumenta el
conocimiento sobre la vejez y se atiende menos a
los mitos socialmente extendidos, disminuyendo
así los estereotipos y actitudes negativas hacia
este colectivo (Lytle, 2016; Carbajo-Velez, 2009;
Snyder, Wesley, Lin y May, 2008). De este modo,
si las intervenciones se llevasen a cabo a edades
tempranas, los menores verían a las personas
mayores como individuos activos dentro de la
sociedad, pero con actividades diferentes, como
en cualquier otro momento del ciclo vital (Gutiérrez
y Mayordomo, 2019).
Por otro lado, desde la aproximación que propone
promover el contacto intergeneracional, Pinazo-
Hernandis y Pinazo-Clapés (2018) encontraron una
disminución signicativa en los estereotipos de los
jóvenes tras interactuar con personas mayores en
una intervención semestral con sesiones semanales
en las que jóvenes y mayores institucionalizados
comentaban obras literarias. En otro programa
con población universitaria, Elliott y Rubio (2017)
comprobaron que los estudiantes que participaron
conversando con una persona mayor durante
las nueve sesiones del programa, superaron sus
estereotipos previos sobre el envejecimiento. Otro
programa universitario, en el que jóvenes y mayores
trabajan juntos para diseñar un proyecto de
investigación, mostró que los jóvenes aumentaban
la sensibilidad, la solidaridad intergeneracional y las
habilidades comunicativas (Gonçalves, Hatton-Yeo
y Farcas, 2016).
Ambas aproximaciones de intervención del
edadismo se integran en el modelo de Levy (2016),
denominado PEACE (Positive Education about Aging
and Contact Experiences). Este modelo propone
que los estereotipos edadistas pueden reducirse a
través de dos factores que están interconectados:
una vertiente educativa o de formación sobre
aspectos realistas y más positivos de la vejez y
el envejecimiento; y otra vertiente basada en las
experiencias reales entre generaciones a través
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del contacto intergeneracional con una persona
mayor, centrada en compartir las vivencias y
experiencias individuales, favorecer un estatus
igualitario y trabajar de forma cooperativa con un
objetivo común. De este modo, la combinación
entre educación y contacto, cuando es posible,
parece una estrategia de reducción del edadismo
más ecaz que cualquiera de las otras estrategias
de forma independiente: la educación proporciona
el conocimiento esencial acerca del envejecimiento
y la tercera edad y el contacto intergeneracional
permite la exposición real y directa con personas
mayores que genera una experiencia de aprendizaje
concreta y accesible.
Con el objetivo de poner este modelo a prueba,
Lytle y Levy (2017), realizaron dos estudios
experimentales, uno con estudiantes universitarios
y otro en población general, en los que compararon
la efectividad de tres tipos de intervención (una
formativa basada en la transmisión de datos
empíricos sobre el proceso de envejecimiento,
otra formativa basada en la trasmisión de
información sobre experiencias reales de contacto
intergeneracional y una intervención formativa
combinada) con un grupo control. Las autoras
comprobaron que la reducción de los estereotipos
era similar en los tres grupos de intervención. Al no
encontrar diferencias estadísticamente signicativas
entre las intervenciones, concluyeron que ambas
estrategias formativas son igualmente efectivas y,
como la combinación de estas no daba mejores
resultados, no era preciso utilizar una intervención
combinada para combatir el edadismo.
No obstante, estas autoras también señalaron la
posibilidad de aplicar una variante de intervención
de contacto intergeneracional más extensa,
que consistiría en sustituir la formación basada
en la transmisión de experiencias de contacto
intergeneracional por una intervención de contacto
intergeneracional real, que cumpliese con las cinco
condiciones óptimas para fomentar un contacto
intergeneracional positivo indicadas por Levy
(2016), esto es: centrada en compartir las vivencias
y experiencias individuales; favorecer un estatus
igualitario y trabajar de forma cooperativa con un
objetivo común, lo que permitiría comparar el efecto
de la formación y el contacto directo para reducir
estereotipos edadistas. Sin embargo, las autoras,
hasta donde se ha podido comprobar en la revisión
de la literatura cientíca disponible, no han llegado
a aplicar este diseño (Lytle y Levy, 2017) y no se
conocen investigaciones que hayan tratado de
aportar más claridad en este sentido.
Así pues, y desde este enfoque dual, se diseñó un
programa de voluntariado universitario que combina
una formación teórica sobre el envejecimiento y
una formación práctica de acompañamiento a una
persona mayor (Programa Acompaña-Té). Este
Programa es una formación complementaria que se
ofrece a la comunidad universitaria y se fundamenta
en los principios del aprendizaje experiencial,
promoviendo contextos de aprendizaje donde,
además de aplicar técnicas y habilidades, puedan
reexionar sobre su conocimiento y aspectos éticos
y sociales (Zabalza, 2013). En este caso, el enfoque
del aprendizaje experiencial del Programa persigue
conseguir un cambio en las actitudes de los jóvenes
hacia las personas mayores a partir del aumento
de la conciencia sobre las implicaciones del
envejecimiento y la acción social con este colectivo.
De este modo, y siguiendo los componentes del
aprendizaje a partir de la experiencia propuestos
por Zabalza (2013), los estudiantes que participaron
en la parte práctica de acompañamiento, no solo
tenían que realizar las acciones planicadas de
acompañamiento (situación externa de aprendizaje),
sino que también tenían que reexionar cada día y
al nal de la experiencia sobre el acompañamiento
realizado (proceso interno de reexión).
Para comprobar la efectividad de la formación teórica
en los estudiantes universitarios que participaron
en dicho Programa, se realizó un estudio previo en
el que se observó que los participantes redujeron
los estereotipos negativos hacia la vejez en las
dimensiones Salud y Carácter-personalidad del
Cuestionario de Estereotipos Negativos hacia la
Vejez (Brotons, Lorente y Sitges, en prensa). A partir
de los resultados encontrados en dicho trabajo, este
estudio pretende observar los efectos del aprendizaje
experiencial y comprobar si existen diferencias
signicativas en los estereotipos negativos de los
estudiantes que realizaron el acompañamiento
10
de una persona mayor (intervención de contacto
intergeneracional), respecto al nivel de estereotipos
que presentaron al nalizar la formación teórica
(intervención educativa) del curso de voluntariado
del Programa Acompaña-Té.
El presente estudio, por tanto, se ha diseñado a
partir de los últimos hallazgos teóricos y empíricos
sobre el abordaje del edadismo en contextos
educativos y supone una aportación novedosa
a la literatura cientíca existente sobre este tema.
Los hallazgos de esta investigación permitirán
comprobar el valor añadido que puede tener el
aprendizaje experiencial, a través del contacto
intergeneracional, en la reducción de estereotipos
negativos sobre la vejez. Del mismo modo, ayudará
a aportar más evidencias empíricas al modelo
PEACE propuesto por Levy (2016), al analizar la
efectividad de dicha intervención en los mismos
participantes que realizaron la intervención educativa
del Programa Acompaña-Té.
A continuación, se describe el método y
procedimiento seguido para estudiar los efectos
del aprendizaje experiencial en los participantes
del Programa. Seguidamente, se exponen los
resultados obtenidos y se discuten los mismos con
los resultados de estudios anteriores. Para nalizar,
se concluye la efectividad de la estrategia educativa
implementada y se realizan recomendaciones sobre
su aplicación en un entorno de aprendizaje similar.
Método
Participantes
En este estudio participaron 18 personas
pertenecientes a la comunidad universitaria, con
edades comprendidas entre los 18 y 54 años (M
= 22.89; DT = 9.93). Del total de los integrantes,
el 83.3% mujeres y el 16.7% hombres. Además,
el 33.3% tenía experiencia previa de voluntariado.
Tabla 1. Datos sociodemográcos de los participantes
Frecuencia %
Nacionalidad
Española 17 94.4%
Marroquí 1 5.6%
Titulación
Periodismo 4 22.2%
Psicología 9 50%
Comunicación Audiovisual 1 5.6%
Terapia Ocupacional 2 11.1%
Ciencias Políticas 1 5.6%
Trabajo Social 1 5.6%
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Medidas
Se aplicó una de las escalas más utilizadas en
población hispanohablante para evaluar las creencias
estereotipadas hacia la vejez, el Cuestionario de
Evaluación de Estereotipos Negativos hacia la
Vejez (CENVE) validado en población española
joven y adulta por Menéndez et al. (2016). Es una
escala compuesta por 15 ítems escritos de forma
directa, con una escala de respuesta tipo Likert de
cuatro alternativas de respuesta, cuyas opciones
uctúan desde <<Totalmente en desacuerdo>>
hasta <<Totalmente de acuerdo>>. A su vez, la
escala se subdivide en tres dimensiones: Salud,
Motivacional-social, Carácter-personalidad. De esta
forma, el instrumento ofrece una puntuación total
que oscila de 15 a 60 puntos indicando el grado
de estereotipos negativos hacia la vejez (15-28
muy bajo, 29-39 bajo, 40-50 alto y 51-60 muy alto
grado). Los cinco ítems pertenecientes a cada una
de las dimensiones se distribuyen alternos y uctúan
de 5 a 20 puntos. En este sentido, puntuaciones
superiores a 12.5 puntos indican un alto grado de
estereotipo negativo en dicha dimensión. En el
estudio de validación en población española joven
y adulta (Menéndez et al., 2016), la escala mostró
indicadores de bondad de ajuste satisfactorios
(GFI=0,97; RMSR=0,07), una buena consistencia
interna α
ordinal
=0.89 y una estructura unidimensional.
En esta investigación, a pesar de que la validación
en población menor de 65 años no corroboró
la tridimensionalidad de la escala obtenida en la
validación original del instrumento (Blanca, Sánchez
y Trianes, 2005), se ha considerado necesario
analizar los efectos de intervención en las tres
subescalas del cuestionario puesto que el objetivo
de la investigación es el impacto que puede tener
el Programa Acompaña-Té en la reducción de
los distintos estereotipos en los participantes del
estudio. Es por ello que, para comprobar que las
medidas recogidas en el estudio eran ables, se
analizó el nivel de consistencia interna de la escala
general y las tres dimensiones (Salud, Motivación-
social, Carácter-personalidad respectivamente) a
través del coeciente α de Cronbach (Tabla 2),
en ambos momentos temporales (post formación
teórica educativa y post formación práctica de
contacto intergeneracional), mostrando unos niveles
aceptables para el uso del instrumento con nes
de investigación, siguiendo los criterios sugeridos
por George y Mallery (1995).
Tabla 2. Fiabilidad del CENVE y sus dimensiones en ambos momentos temporales.
Evaluación Escala/dimensión
α Cronbach
Fase 1 (Post-teoría) CENVE_Global .85
CENVE_Salud .81
CENVE_Mot-soc .56
CENVE_Carác-pers .82
Fase 2 (Post-Práctica) CENVE_Global .89
CENVE_Salud .78
CENVE_Mot-soc .65
CENVE_Carác-pers .71
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Procedimiento
La selección de los participantes se realizó
durante el mes de febrero de 2018 a través de
un procedimiento de selección incidental, tras
realizar una entrevista telefónica motivacional para
su participación en el Programa Acompaña-Té.
Todos los participantes dieron su consentimiento
informado al iniciar el curso y autorizaron el uso
anónimo de sus datos, siguiendo los procedimientos
éticos de la Declaración de Helsinki y la Ley Orgánica
15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de
Datos de Carácter Personal. La recogida de datos
a través del CENVE para este estudio se realizó
en dos momentos temporales, tras nalizar la
formación teórica (marzo) y tras realizar la formación
práctica contacto intergeneracional (junio), esto es,
después de cada componente de la intervención
en un intervalo temporal de cuatro meses.
Intervención
El Programa Acompaña-Té es un curso de
voluntariado especíco para el acompañamiento de
personas ancianas que viven solas que consta de
dos módulos de formación: un módulo teórico de 25
horas, que se organiza en seis talleres con formato
grupal y metodologías dinámicas de formación, y
uno práctico de 25 horas también, en el que se
realiza el contacto intergeneracional mediante el
acompañamiento de una persona mayor que vive
sola durante nueve sesiones en las que se aplica
una intervención psicosocial estructurada.
Diseño y análisis de datos
Se ha realizado un estudio cuasi-experimental
con diseño pre-post sin grupo control. Los datos
recogidos se registraron y codicaron a través
del programa estadístico IBM SPSS Statistics
23. Para el análisis de los resultados se llevaron
a cabo análisis descriptivos, mediante medidas
de tendencia central y distribución de frecuencias
y porcentajes de las variables analizadas. Las
diferencias encontradas en los estereotipos
negativos hacia la vejez en los dos momentos
temporales, tras recibir la formación teórica (Fase
1) y tras realizar la formación práctica de contacto
intergeneracional (Fase 2), se analizaron mediante
una t de Student para muestras relacionadas, con
un nivel de conanza del 95%. Por último, para
estimar el tamaño del efecto de la intervención de
acompañamiento sobre las diferencias encontradas,
se calculó el estadístico r (Cárdenas y Arancibia,
2014), utilizando los criterios de Cohen para su
correcta interpretación: tamaño del efecto pequeño
r ≥ 0.10-0.23; tamaño del efecto medio r 0.24-
0.36; y tamaño del efecto grande r 0.37 (Cohen,
1988).
Resultados
Análisis descriptivos de los estereotipos
negativos hacia el envejecimiento
Las puntuaciones medias en la escala CENVE en
los dos momentos temporales: tras la formación
teórica (M = 23; DT = 6.61) y tras la formación
práctica (M = 21.67; DT = 6.2) se situaron entre baja
y muy baja creencia estereotipada. La distribución
de puntuaciones por individuo mostró cómo, tras
la formación teórica y la práctica de contacto
intergeneracional, los participantes revelaron en
mayor medida puntuaciones que equivalen a un
muy bajo estereotipo.
Después de la formación teórica un 77.78% de
participantes presentó un nivel de estereotipos
muy bajo; y tras realizar la formación práctica de
contacto intergeneracional el porcentaje fue del
83.33%. La tendencia a disminuir las creencias
estereotipadas se apreció también en cada una de
las dimensiones de la escala: Salud, Motivacional-
social y Carácter-personalidad. Tal y como se
reeja en la Tabla 3, tras nalizar la parte práctica
de contacto intergeneracional disminuyeron las
puntuaciones en cada una de las tres dimensiones
respecto a las puntuaciones de la evaluación previa,
es decir, tras recibir la formación teórica.
Contrastes de hipótesis
y tamaños del efecto
A través de la prueba t de Student para muestras
relacionadas, se comprobó que no existen
diferencias estadísticamente signicativas en
las puntuaciones medias del CENVE en los dos
momentos temporales analizados (t = 1.59;
p = .13), por lo que podemos armar que el grado
general de creencia estereotipada negativa hacia
la vejez (puntuación global del CENVE), no cambió
tras realizar la formación práctica de contacto
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intergeneracional. Respecto a las diferencias de
medias observadas en las tres dimensiones del
CENVE, únicamente fueron estadísticamente
signicativas las diferencias encontradas en la
dimensión Motivacional-social, con un tamaño del
efecto medio (r = 0.50), estimándose que un 25%
de los cambios observados en las puntuaciones de
dicha dimensión se explica por la participación en
la formación práctica de contacto intergeneracional
del programa (Tabla 4).
Tabla 4. Contraste de puntuaciones medias
Dimensiones t
(17)
p r (r
2
)
Salud 0.61 .55
0.15
(0.02)
Motivacional-social 2.36 .03*
0.50
(0.25)
Carácter-
personalidad
0.86 .40
0.21
(0.04)
*p < .05
Discusión
Con el presente estudio se ha comprobado cómo
aquéllos que realizaron un aprendizaje experiencial,
realizando una intervención estructurada de
acompañamiento a domicilio de una persona
mayor que vivía sola durante 25 horas, consiguieron
disminuir los estereotipos negativos relacionados
con los aspectos motivacionales y sociales que
tenían sobre las personas mayores tras nalizar
la formación teórica del curso de voluntariado del
Programa Acompaña-Té. Esto es, a través del
contacto intergeneracional que tuvieron durante
el acompañamiento cambió la imagen que los
participantes tenían sobre los intereses vitales,
conductas de pasividad e inactividad física y social y
alto grado de aislamiento de las personas mayores.
En el estudio anterior sobre la efectividad para
reducir los estereotipos negativos de la formación
teórica del Programa referido (Brotons et al., en
prensa), únicamente se encontraron cambios en
las dimensiones Salud y Carácter-personalidad
de los estereotipos que tenían los participantes.
Los mismos resultados encontraron Elliott y Rubio
(2017), pero en este caso, tras implementar un
programa de intervención que promovía el contacto
intergeneracional durante nueve sesiones; lo cual es
llamativo, puesto que, a pesar de que Elliott y Rubio
utilizan un programa de contacto intergeneracional
de nueve sesiones, que coincide con la estructura
del que se ha utilizado en este estudio, sus hallazgos
dieren de los que se han encontrado aquí. Estas
diferencias pueden deberse a las características
del contacto intergeneracional que se promueve
en cada programa de intervención empleado en
los estudios, puesto que las nueve sesiones de
contacto intergeneracional que se proponen en
el Programa Acompaña-Té estaban orientadas
hacia el conocimiento y la estimulación de las
motivaciones personales y la participación social de
las personas mayores. De esta forma, se facilita que
los participantes superen la imagen estereotipada
de la vejez basada en la edad y las pérdidas y, a
su vez, se desarrolla una imagen particularmente
más positiva de la vejez en las tres dimensiones
que evalúa el CENVE.
Tabla 3. Análisis descriptivo de las puntuaciones en las dimensiones del CENVE.
Dimensiones N M DT Rango
Salud_Post-teoría 18 6.83 3.03 5-15
Salud_Post- práctica 18 6.56 2.58 5-12
Mot-soc_Post-teoría 18 8.11 2.08 5-12
Mot-soc_Post-práctica 18 7.33 2.35 5-12
Caráct-pers_Post-teoría 18 6.83 2.57 5-13
Caráct-pers_Post-práctica 18 6.56 2.28 7-16
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Respecto a la ecacia del tipo de intervención,
los resultados encontrados siguen la propuesta
que Levy (2016) plantea sobre los programas
combinados en el Modelo PEACE. Aunque los
resultados de los dos estudios experimentales que
realizaron para comprobar el modelo no apoyaron
esta hipótesis (Lytle y Levy, 2017), es preciso señalar
que en dichos estudios se consideró como ‘contacto
intergeneracional’ el hecho de transmitir información
sobre terceras personas (familiares, amigos/as, etc.)
que tenían contactos intergeneracionales positivos.
Es decir, no se puso a prueba la efectividad del
contacto intergeneracional real, sino la información
sobre este tipo de relaciones. En el presente
estudio, en cambio, el componente de contacto
intergeneracional que hemos incorporado no ha
sido informacional, sino que ha consistido en una
intervención de contacto intergeneracional directa
e individualizada y, además, los participantes
habían recibido previamente una formación teórica
especíca y más extensa que la utilizada en los
estudios de Lytle y Levy (2017). Estas diferencias
señaladas a la hora de aplicar los componentes
de intervención podrían explicar los cambios
que se han encontrado en este estudio entre la
formación teórica (intervención educativa sobre el
envejecimiento) y la formación práctica (intervención
de contacto intergeneracional).
Por todo lo expuesto se puede armar que, a través
de la práctica de contacto intergeneracional, sí
se pueden modicar los estereotipos edadistas,
tal y como deende el modelo PEACE pues, tal
y como se ha demostrado, los participantes de
este estudio, tras haber vivido la experiencia de
interactuar con una persona mayor, consiguieron
disminuir sus estereotipos negativos relacionados
con los aspectos motivacionales y sociales de
las personas acompañadas; estereotipos que
no hubiesen disminuido si hubiesen recibido
únicamente la formación teórica del programa.
El presente estudio no está exento de limitaciones
como es el pequeño tamaño muestral que
compromete la potencia de los contrastes de
hipótesis. Asimismo, la selección incidental de la
muestra y la ausencia de un grupo control que
permita contrastar el efecto de la intervención y
no intervención sobre los estereotipos en ambos
grupos son aspectos que pueden ser mejorados
en futuras investigaciones. A pesar de ello, los
hallazgos presentados en este trabajo son
novedosos y pioneros en nuestro país. Suponen
una evidencia en favor de la implementación de
programas intergeneracionales combinados en
contextos universitarios para modicar estereotipos
negativos hacia la vejez y, por consiguiente,
para el desarrollo de estrategias de intervención
económicas en salud pública que repercutan en un
verdadero cambio social para eliminar el edadismo.
Para seguir aportando más luz en esta línea, en
futuras investigaciones sería conveniente realizar
este tipo de estudios con otras poblaciones, no
únicamente universitaria, donde los participantes
se dividan en tres grupos de intervención: teoría,
interacción intergeneracional y mixto.
Conclusiones
Con este estudio se ha comprobado empíricamente
el efecto positivo que tiene un aprendizaje
experiencial a partir del contacto intergeneracional,
sobre los efectos ya conocidos de una formación
teórica sobre el envejecimiento, para eliminar
los estereotipos negativos hacia la vejez en
estudiantes universitarios. Este hecho evidencia
el potencial del aprendizaje experiencial en la
educación universitaria y, concretamente, de los
programas combinados (formación teórica sobre
envejecimiento junto con la experiencia personal
directa de contacto intergeneracional) para superar
estereotipos negativos hacia la vejez, promover la
solidaridad intergeneracional y fomentar una visión
positiva hacia el proceso de envejecimiento.
Para seguir aportando más evidencias en este
ámbito de investigación, es necesario desarrollar
ensayos controlados aleatorizados en contextos
educativos que permitan analizar la efectividad
de este modelo de intervención para eliminar
los estereotipos negativos hacia la vejez. Las
evidencias encontradas hasta ahora, así como
las referidas en el presente, pueden servir como
modelo de intervención contra el edadismo en
contextos educativos de distinta índole, ya que
son fácilmente replicables y adaptables a otros
entornos y, además, la implementación de estas
intervenciones supondrá una oportunidad perfecta
para poder analizar la efectividad en contextos
reales, asegurando así la validez ecológica de los
hallazgos encontrados.
CUADERNO DE PEDAGOGÍA UNIVERSITARIA | VOL. 17 NÚMERO 33 | ARTÍCULOS CIENTÍFICOS | PP 06 - 16
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