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La utilización de discursos grácos y audiovisuales
hace que esta red social sea idónea para desarrollar
las competencias comunicativas. Una de las
habilidades de la comunicación que se puede
trabajar en Instagram es la escritura, sobre todo,
la escritura creativa. Como la inmediatez y la
brevedad son dos de las características principales
de la comunicación en los entornos virtuales, se
ha considerado que la redacción de microrrelatos
en esta red social puede resultar una propuesta
didáctica idónea y factible.
La escritura creativa y sus benecios
La escritura es una de las formas de manifestación
de la lengua. Su dominio depende de la lectura
y de prácticas constantes. De este modo, si
una persona desea escribir artículos cientícos
o ensayos argumentativos debe leer y escribir
con persistencia discursos de estos tipos. Lo
mismo sucede con la escritura creativa. Esta se
puede denir como la escritura que se realiza
mediante la utilización de ejercicios que estimulan
la creatividad. A través de esta escritura, la palabra
puede transformar la realidad en cción. En ese
mismo tenor, Cancino Peña, Fontecha Barbosa,
Ramírez Amado y Parra Arias (2019) sostienen que
“la palabra es creación también es acción, porque
el que escribe se enfrenta a la construcción artística
y contemplativa del mundo” (p.96).
La utilización de técnicas de escritura creativa
puede favorecer la producción de textos de
diversos géneros: artículos de opinión, ensayos,
novelas, poemas, cuentos, microrrelatos, entre
otros. Son muchos los benecios que ofrece
este tipo de escritura: favorece la imaginación,
mejora la concentración, desarrolla el lenguaje, la
expresión, relaja y entretiene, entre otros. Además,
“incentiva al estudiante a crear, pensar y trasmitir
sus sentimientos plasmándolos de manera escrita”
(Mendieta Sierra, 2018, p.28).
Por su parte, Páez (2007) propone algunos
ejercicios de escritura creativa. Entre ellos están:
a) escribir a partir de un nal: consiste en tomar
el nal de un cuento clásico y recrear una historia
desde ese punto: b) el binomio fantástico: se trata
de tomar dos palabras que no tengan ninguna
relación y, con ellas como base, construir un
texto; c) el monólogo interior: es la presentación
de pensamientos caóticos y dispersos de un
personaje; d) el plagio creativo: se toma un texto
literario clásico y se transforma en uno nuevo, pero
contando la misma historia o utilizando los mismos
personajes; e) el diario íntimo: este consiste en la
escritura día a día de un diario, registrando hechos
reales o cticios.
El microrrelato en los entornos digitales
La literatura es una de las principales herramientas
para la manifestación de las realidades humanas.
En la época clásica, esta se dividía en tres grandes
géneros: poético-lírico, épico-narrativo y dramático
(Romero Valdés, H., Ojeda Ramírez y Díaz
González, 2018). En la actualidad se consideran
otros géneros como la novela, el cuento y los
microrrelatos. Este último ha sido nombrado
de diversas formas: “relatomínimo, hiperbreve,
ultracorto, microscópico, cuántico, bonsái, jíbaro,
liliputiense, microcuento, minirrelato, minicuento,
brevicuento, descuento, nanocuento, textículo”
(Hernández, 2016, p.69). Sin embargo, a pesar de
todas estas opciones, parece haber conceso en la
utilización del nombre microrrelato para denominar
este tipo de textos.
Un microrrelato es una narración muy breve que se
apoya en el conocimiento del mundo de los lectores
para construir una historia. Liu (2019) plantea que
“el microrrelato es un género de moda en España,
bautizado como el cuarto género narrativo” (p.154).
Por otro lado, Árdenas Ruiz (2018) considera que
este tipo de texto “se construye a partir de hechos
inéditos que hayan causado perplejidad en el sujeto
que narra”. Como se observa, un microrrelato
requiere la utilización de palabras adecuadas y
precisas, es decir, términos que sean capaces de
representar, de manera directa, los hechos que se
intentan contar.
Por su parte, Martínez (2011) sostiene que
un microrrelato exige a los lectores mayor
concentración cognitiva, “ya que la corta extensión,
sumada a la concentración de recursos, provoca
durante la lectura actitudes, elaboraciones
mentales y reacciones diferentes de aquellas que
se experimentan” (p.62). Como explica este autor,
a pesar de su brevedad, el microrrelato exige mayor
atención de sus lectores. Esto se debe a que cada
elemento lingüístico y literario debe desempeñar
una función signicativa.