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que de alguna manera y por alguna razón guardan
relación (intertextualidad, polifonía discursiva). En
lo que respecta a la clasicación, se procede a
jerarquizar, a través de elementos clasicatorios,
las informaciones que ofrece el texto, unas veces
por el grado de importancia, o desde el aspecto
estructural; otras veces por la intencionalidad del
autor y, en ocasiones, desde la visión del lector.
En relación al análisis y la síntesis, se establecen
conjeturas, pareceres, posturas y puntos de vista
como resultado del estudio y sus partes hasta
llegar al todo, como resultado de la construcción
de un nuevo concepto o pensamiento. Todo
esto mediante un proceso racional que sustenta
la posición argumentada desde la que se crea o
construye una nueva producción.
Para el segundo nivel de pensamiento (crítico) se
prevé que el estudiantado desarrolle una óptima
capacidad de juicio y la utilice para solucionar
múltiples problemas que tendrá que enfrentar.
Además, este nivel de pensamiento se enfoca
en descubrir la abilidad de la información que
analiza (Sanz, 2010). En ese sentido, entendemos
que comprender no es suciente si no se tiene la
capacidad de examinar el contenido con relevancia,
profundidad, amplitud y sentido lógico. Al respecto,
Campos (2007) postula que el pensamiento crítico es
el pensar claro y racional que favorece el desarrollo del
pensamiento reexivo e independiente que permite
a toda persona realizar juicios conables sobre la
credibilidad de una armación o la conveniencia
de una determinada acción. Por su parte, Villa y
Poblete (2007) establecen pautas o la rutina para
fortalecer el pensamiento crítico: hacerse preguntas
sobre la realidad; analizar la coherencia de los juicios
propios y ajenos y argumentar la pertinencia de los
juicios emitidos. Este nivel conjuga el desarrollo
de cinco capacidades cognitivas vinculadas a las
destrezas de pensamiento crítico: investigación,
interpretación, predicción, razonamiento analógico
y razonamiento deductivo (Sanz, 2010).
El desarrollo de la capacidad investigativa implica
la aplicación de procesos de intertextualidad. Con
ello se procura validar la abilidad de las fuentes
de información, a partir de fuentes primarias
diversas que coadyuven a valorar la procedencia
de la información, objeto de análisis. Todo esto a
partir de cuestionamientos, a modo de problema,
que surgen en la mente del estudiante lector-
escritor. Es así como se requiere la búsqueda de
causas, y sus interpretaciones, a n de descubrir
y analizar el origen de lo acontecido, a partir de
datos ables y válidos, y así determinar qué causas
serían las más probables. En lo adelante, no se
hace esperar la predicción de los efectos, bien sea
analizando probabilidades o proponiendo hipótesis
inferenciales y vericables.
Para el tercer y último nivel de pensamiento
(creativo) hemos intentado incorporar los niveles de
pensamiento antes tratados (comprensivo y crítico),
en virtud de la necesidad de generar información de
forma creativa. En efecto, Boeglin (2008) advierte
que para desarrollar esta línea de pensamiento es
pertinente estar bien informado y, por supuesto,
disponer de una actitud evaluativa ante cualquier
evento de producción. Para ello, intentaremos
describir, brevemente, las siguientes dimensiones
cognitivas asociadas al pensamiento creativo:
generación de ideas, establecimiento de relaciones,
producción de imágenes, creación de metáforas y
emprendimiento de metas (Sanz, 2010).
En lo que respecta a la generación de ideas,
Escribano y Del Valle (2008) entienden que es
conveniente construir creativamente respuestas,
soluciones y sugerencias, en demanda a
interrogantes formuladas por el estudiantado,
unas veces al autor, otras veces al texto y otras
a los diferentes contextos en que se recrea el
discurso. Cuando se trata de crear producciones
auténticas, entonces apelamos al establecimiento
de relaciones con el propósito de descubrir y
demostrar conexiones, comparando información
procedente de diferentes fuentes y modalidades.
Además, se construyen argumentos, analogías y
se trabaja en la elocución del escrito. Para esto se
han utilizado diversas técnicas y se han reformulado
conceptos destinados a la mejora del nuevo texto
que se ha producido.
Los niveles cognitivos planteados anteriormente
nos revelan la interrelación existente entre lectura y
escritura, dos acciones inseparables que requieren
habilidades y destrezas cognitivas, más allá de las
experiencias previas, las situaciones de lectura
y escritura y el contenido o conocimiento que
se pudiera tener del texto que se lee con miras
a una nueva producción escrita. Por lo cual es