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REA como herramienta útil en el aprendizaje basado en
recursos
OER as a useful tool in resource-based learning
Recibido: 12 de octubre de 2019 / Aprobado: 20 de noviembre de 2020
Dahiana J. Vásquez S
a
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA
MADRE Y MAESTRA (PUCMM)
dj.vasquez@ce.pucmm.edu.do
a. Máster Periodismo Multimedia. Docente de la Escuela de Comunicación, PUCMM, campus Santiago. Para contactar a la autora: dj.vasquez@ce.pucmm.edu.do
ISSN (en línea): 1814-4152 / Sitio web: http://cuaderno.pucmm.edu.do
CÓMO CITAR: Vásquez, D. (2021). REA como herramienta útil en el aprendizaje basado en recursos. Cuaderno de Pedagogía Universitaria, Vol. 18, n.º 35,
enero-junio, pp. 28-36
Resumen
Los recursos educativos abiertos (REA) son materiales
que, unidos a una adecuada metología de enseñanza y su
manera de utilizar unos y otros, han aportado calidad a la
educación superior. Esta idea planteada como hipótesis
es la premisa de la cual parte este ensayo teórico acerca
del benecio educativo que pudiera representar el uso de
estos recursos. En el presente artículo se busca mostrar
la importancia que tienen los recursos educativos abiertos
como herramientas para el desarrollo de los contenidos en
las aulas y la contextualización de informaciones pertinentes
sobre las materias a enseñar. Para poder denir la calidad
de los mismos, su apoyo dentro de los planes de estudio
y su uso como herramientas pedagógicas, es necesario
conocer conceptos clave como recursos educativos y
recursos abiertos para una educación abierta con prácticas educativas abiertas. Se ha utilizado
una metodología descriptiva para conocer las tendencias de los participantes con respecto a
sus hábitos de lectura. Para ello, se ha realizado una pequeña encuesta con un universo de 72
personas, docentes (27) y estudiantes universitarios (45), con la cual se pretende conocer el uso
de los recursos educativos que emplean y las dicultades que representa el acceso a los mismos.
Finalmente, se puede concluir que, para promover el pensamiento crítico y la participación en sus
futuras comunidades discursivas sería conveniente el uso de estos recursos en este momento de
la historia cuando es necesario ofrecer recursos ables para desarrollar la criticidad y la capacidad
de evaluar recursos, dado que estamos en la era de la información y la educación ha tenido un giro
drástico de la presencialidad a la virtualidad.
Palabras clave: recursos; educación abierta; recursos abiertos; prácticas abiertas; aprendizaje
basado en recursos
Abstract
Open educational resources (OER) are materials that, together with an appropriate teaching
methodology and the way they are used, have brought quality to higher education. This idea
raised as a hypothesis of the premise in this theoretical essay about the educational benet that
could represent the use of these resources. This article seeks to demonstrate the importance
of open educational resources as tools for the development of content in the classroom and the
contextualization of relevant information on the subjects to be taught. In order to dene their quality,
their support within the curriculum and their use as pedagogical tools, it is necessary to know key
concepts such as educational resources and open resources for an open education with open
educational practices. A descriptive methodology has been used to know the tendencies of the
participants about their reading habits. For this purpose, a small survey has been carried out with a
universe of 72 people, teachers (27) and university students (45), with which it is intended to know
the use of the educational resources they use and the difculties to access to them.
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1. Introducción: Del libro de texto a los
recursos abiertos
Los libros de texto representan un elemento
importante dentro del currículo dado que han
sido conscientemente diseñados y organizados
para servir a los nes de la escolarización. “En
este sentido, están orgánicamente unidos a
las circunstancias cambiantes de la educación,
y debería ser posible “leer” las formas de
aprendizaje a partir de los libros de texto que las
acompañan” (Caballero y Fernández, 2017). Sin
embargo, en la actualidad existe una amplitud de
fuentes de información de materiales que pueden
ser incorporados al proceso de enseñanza-
aprendizaje. (Castillo y Cabrerizo, 2006).
Por mucho tiempo se ha tomado al libro de texto
como biblia y regla para la enseñanza dentro
de las aulas. No podemos obviar la importancia
que tiene el libro como ente educador, por
eso ha sido el referente de los docentes para
la elaboración de los contenidos dados en la
práctica de enseñanza-aprendizaje. Incluso,
suceden casos donde el libro funje el papel de
docente, y este último se convierte en un medio
de lo que está escrito y reduce así la capacidad
metodológica, dado que el aprendizaje a través
del libro de texto muchas veces supone solo la
repetición y memorización de lo escrito, y no
siempre se demanda un análisis más profundo.
Al respecto, Caballero y Fernández consideran
que “en los libros no existe una confrontación de
los contenidos con la realidad, reduciendo así
la búsqueda y la experimentación por parte del
alumno, y mermando su espíritu crítico” (2017,
p. 205).
La realidad antes descrita no es la ideal por los
nuevos desafíos que presenta la educación del
siglo XXI. “Los jóvenes universitarios utilizan
la lectura como herramienta para la formación
profesional y búsqueda del conocimiento”
(Serna, 2018, p.6). La educación superior debe
apoyarse en textos especializados, que no solo
presentan información, sino que se distinguen
por defender posturas argumentativas producto
de la investigación y que representan a una
comunidad discursiva en la cual los estudiantes
se insertarán como miembros activos en la
medida en que leen y participan del discurso de
dichas comunidades propias de cada profesión.
De acuerdo con Parodi (2008, p. 171), es
“impresionante la cantidad de manuales que
circula en formato papel y electrónico en los
ámbitos universitarios”. A pesar de ser los libros
y manuales los recursos más utilizados, en
ocasiones solo ofrecen la teoría que sustenta la
ciencia y las prácticas que deberían realizar los
estudiantes para lograr dicho conocimiento, de
ahí su fuerte componente didáctico. Sin embargo,
no poseen los rasgos léxicos, morfosintácticos
ni argumentativos que ofrecen otros recursos,
como los artículos cientícos, por ejemplo, cuyo
propósito comunicativo es compartir los avances
de la ciencia con la comunidad discursiva en
la cual se inscriben y persuadir sobre alguna
postura o nueva mirada hacia el objeto de
investigación que presentan.
Por otro lado, los libros y manuales en formato
físico se están desplazando cada vez más en
esta era digital y más con la modalidad virtual
que estamos experimentando, ya que ellos no
ofrecen ciertos benecios que lo hacen los
recursos digitales. “La lectura digital es un nuevo
camino hacia el conocimiento para jóvenes que
utilizan la tecnología para todas sus tareas
diarias” (Serna, 2018, p.7). Los recursos digitales
brindan una variedad de funcionalidades con
las que los jóvenes son capaces de tener una
lectura dinámica. Además de que permiten
un fácil acceso, son de bajo costo, aportan
a la reducción del daño ecológico y evitan la
acumulación de materiales que ocupan mucho
espacio o que luego se desechan.
Entonces, partiendo de que los libros y manuales
ofrecen una teoría básica, pues su n es didáctico,
y, por otro lado, su formato físico se está alejando
de la nueva modalidad virtual y de los usuarios
que pertenecen a una generación asidua a la
tecnología ¿son los recursos en formato digital
la respuesta a la capacidad metodológica y al
análisis profundo en el proceso de enseñanza-
aprendizaje?
Keywords: Resources; open education; open resources; open practices; resource-based learning.
Finally, it can be concluded that, in order to promote critical thinking and participation in its future
discursive communities, from the classrooms, it would be convenient to use these resources at
this moment in history where it is necessary to offer reliable resources to develop criticality and the
capacity to evaluate resources, given that we are in the information age and education has had a
drastic turn from in classroom to virtuality.
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Nuevos procesos de enseñanza-
aprendizaje, necesitan enfoques
innovadores de aplicación práctica, al
mismo tiempo también es obligatoria una
ampliación y no un estancamiento de los
protagonistas activos. Esto lleva consigo,
un perfeccionamiento tecnológico del
profesorado, adecuado y sin extremas
pretensiones, junto a una denición de
las metas marcadas y una actualización
constante. (Sevillano García, 2012,
p.344).
Es preciso denir que para el uso de recursos
adecuados debemos hablar entonces del
aprendizaje basado en los recursos (RBL), el cual
propone el aprendizaje como un proceso que
coloca en un alto nivel los recursos disponibles
para los alumnos y, al hacerlo, presupone que
la interacción entre los alumnos y los recursos
(que pueden incluir los recursos humanos) es el
principal dispositivo estructurador de la situación
de aprendizaje (Esch, 2016). Esto plantea la
cuestión de la relación pedagógica entre el
alumno y el profesor y de la naturaleza del papel
del profesor en particular.
A partir de este planteamiento, en el presente
artículo se busca mostrar la relevancia que
tienen los recursos educativos abiertos como
herramientas en el desarrollo de los contenidos en
las aulas y la contextualización de informaciones
pertinenetes sobre las materias a enseñar. Para
el mismo, se ha consultado a distintos autores
que explican los conceptos básicos requeridos
para entender el tema, y, además, se ha utilizado
una metodología descriptiva para conocer las
tendencias de los participantes con respecto a
sus hábitos de lectura. Para ello, se ha realizado
una pequeña encuesta con un universo de
72 personas, docentes (27) y estudiantes
universitarios (45), con la cual se pretende
conocer el uso de los recursos educativos que
emplean y las dicultades que representa el
acceso a los mismos.
En el próximo apartado se estará haciendo
referencia a los recursos educativos abiertos
y conceptos propios asociados al mismo. En
el apartado 3 trataremos las ventajas que
ofrece el uso de los recursos abiertos. Luego,
presentaremos la metodología y los resultados
de una breve encuesta, cuyo n es conocer la
tendencia de los participantes en cuanto al uso
de algunos recursos abiertos y sus desventajas
a causa de la conectividad en contextos poco
controlados como los que se viven en la
actualidad en República Dominicana en este
2020. Finalmente, ofrecemos las conclusiones a
partir de las ventajas y desventajas planteadas
en el estudio.
2. El papel de las tecnologías y el
aprendizaje abierto
Para comenzar, es necesario conceptualizar
qué son los recursos educativos. Como arman
Castillo y Cabrerizo (2006, p. 258), se considera
medio, recurso o material a “cualquier elemento
que se utilice al servicio del proceso instructivo`.
Estos son un apoyo al trabajo docente y tienen
la función de contribuir durante el proceso de
enseñanza-aprendizaje a la mejora de la calidad
del proceso y se espera que a través de ellos
se optimice la facilitación docente y el estudiante
alcance los niveles de dominio esperados al
interactuar con los materiales y herramientas
adecuados.
Se conoce como recurso educativo cualquier
material que puede ser o no un medio didáctico
que “en un contexto formativo determinado
es utilizado con una nalidad didáctica o para
facilitar el desarrollo de las actividades docentes
y discentes. Los medios didácticos tienen como
función facilitar la presentación de los contenidos
y el aprendizaje de los mismos”. (Castillo y
Cabrerizo, 2006). Los medios didácticos se
usan en determinados contextos, y es en ese
uso donde se justica su razón de ser. Según
Cabero (1992), “los criterios usados no siempre
tienen una clara relación con la utilización de
los medios en contextos instructivos y en el
proceso de enseñanza aprendizaje; algunos
se han realizado tomando, como componente
denitorio y relevante del medio, su dimensión
instrumental”. Es decir, para que un medio se
considere didáctico debe estar en función de
mejorar la enseñanza, y denir las pautas de
manera que los conocimientos lleguen con más
ecacia a los educados.
Al tener claro qué es un recurso educativo y
cuáles pueden ser considerados como recursos
que ayuden a la formación y el proceso de
aprendizaje-enseñanza, podemos ahora denir
los recursos educativos abiertos (REA) como
aquellos “materiales didácticos, de aprendizaje
o investigación que se encuentran en el dominio
público o que se publican con licencias de
propiedad intelectual que facilitan su uso,
adaptación y distribución gratuitos” (UNESCO,
2015). Se considera que el acceso universal
a la educación de calidad contribuye a la paz,
el desarrollo social y económico sostenible, y
el diálogo intercultural. “Los REA ofrecen una
oportunidad estratégica de mejorar la calidad
de la educación y el diálogo sobre políticas, el
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intercambio de conocimientos y el aumento de
capacidades” (UNESCO, 2015).
Las tecnologías de la información y la
comunicación (TICs) han servido como
actualización de los recursos y medios didácticos
y paulatinamente han estado sustituyendo al
libro de texto como guía principal del material
de clases. Como armó Zabalza (2003, p. 92):
“Las nuevas tecnologías se han convertido
en una herramienta de insustituible valor y
efectividad en el manejo de las informaciones
con propósitos didácticos”. Los docentes
no deben creer que tienen el control de las
informaciones concernientes a su disciplina
y a su asignatura en especíco, concepción
en la que el estudiante asume el rol pasivo de
receptor. Desde el surgimiento de la internet,
cuya misión es ofrecer libremente toda la
información, el rol docente debe especializarse
en promover la alfabetización informacional para
que los estudiantes desarrollen un pensamiento
crítico y sepan elegir las fuentes seguras. En
este proceso de construcción del conocimiento,
los estudiantes pueden conformar sus propias
ideas y ellas pudieran estar en contraposición
a lo que el profesor considere. “El punto crítico
de la tecnología (tanto la más reciente como
las clásicas) es su capacidad transformadora”.
(Zabalza, 2003, p. 92).
Las tecnologías de la información y comunicación
(TIC) traen cambios importantes en la educación,
como: “mayor universalización de la información,
metodologías y enfoques crítico-aplicativos para
la autoformación, actualización de los programas
y de las metodologías y trabajo colaborativo
de los estudiantes y del profesor” (Castillo y
Cabrerizo, 2006).
Como arma Vargas (2017), “los recursos
educativos didácticos son el apoyo que refuerza
la actuación del docente, optimizando el proceso
de enseñanza-aprendizaje”. Estos pueden
ser material audiovisual, medios didácticos
informáticos, soportes físicos y otros, que
van a proporcionar al educador ayuda para
desarrollar las actividades propias del proceso
de enseñanza-aprendizaje. “Estos materiales
pueden ser tanto físicos como virtuales, y tienen
la gran virtud de adecuarse a cualquier tipo de
contenido. Su importancia radica en la inuencia
que los estímulos a los órganos sensoriales
ejercen en quien aprende” (Vargas, 2017).
Por su parte, los recursos educativos informáticos
son diseñados para interactuar con el usuario.
“Son recursos que permiten procesos de
aprendizaje autónomo en los que se consolidan
los principios del «aprender a aprender», siendo
el estudiante partícipe directo o guía de su
propia formación” (Vargas, 2017). Pero, más
allá del medio tecnológico como característica
principal de estos recursos, también queremos
referirnos a su capacidad de apertura, para esto
es necesario conocer a qué llama la UNESCO el
aprendizaje abierto.
Esta es una concepción de educación
cuyo objetivo es eliminar todas las barreras
superuas al aprendizaje, y al mismo
tiempo, proporcionar a los estudiantes una
posibilidad razonable de éxito dentro de
un sistema de educación y entrenamiento
centrado en sus necesidades especícas
y localizado en múltiples áreas de
conocimiento. (UNESCO, 2015).
Es decir, que se tiene acceso libre a material y
recursos de licencia abierta o creative commons
con las cuales los autores dan permiso a
que sus trabajos puedan ser consultados sin
restricción de derechos o por pago. Dentro
de las diferencias que existen entre los REA y
otros recursos, se resalta la licencia. Su valor
académico se enfoca en la idea de usarlos como
método integral de comunicación en planes de
estudios para las asignaturas, y al digitalizarse
son compartidos a través de la internet. Por lo
tanto, facilitan su reutilización. (UNESCO, 2015)
Como arman García y López-Pérez (2012),
“las licencias de publicación y acceso abierto
cada vez son más numerosas y adaptadas a las
necesidades de los autores del contenido, así
como de los usuarios del mismo”. Por lo tanto,
si un contenido tiene licencia abierta, implica
que puede ser reproducido por cualquier medio:
computadoras, textos impresos o recursos
audiovisuales. Se puede destacar además, que
existe una gran cantidad de recursos abiertos
que a pesar de estar en formatos digitales, de
igual manera son imprimibles (UNESCO, 2015).
Por lo tanto, el concepto de apertura es un
rasgo que cada vez está más asociado a los
contenidos educativos digitales. Al referirse a
entornos de aprendizaje abiertos, se asocia
la idea al uso de material virtual o en línea, a
través de dispositivos electrónicos que permitan
el acceso libre o gratuito de los mismos.
Utilizando una denición muy simple,
podríamos decir que los entornos de
aprendizaje son aquellos espacios en los
que tienen lugar procesos, en general
intencionales, de aprendizaje. En el campo
del e-learning el término entorno virtual
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de aprendizaje se aplica a las plataformas
de software que las instituciones utilizan
para desarrollar su oferta de formación
virtual, como por ejemplo los campus
virtuales universitarios. (García y López-
Pérez, 2012)
Mercado, Fernández, Lavigne y Ramírez (2018)
consideran que es hora de que la etapa de
compartir el conocimiento mediante las TIC se
represente a través de las Prácticas Educativas
Abiertas (PEA) en búsqueda de mejorar tanto
los procesos formativos de gestión como la
investigación. Por lo que, no se trata sólo de
publicar ensayos o artículos relacionados a
temas en especíco y que estos estén al servicio
de los estudiantes, sino que es necesario
realizar una adecuada integración donde estos
conocimientos sean parte de un proceso que
implique la adecuada recepción por parte del
estudiantado.
Las PEA son aquellas prácticas que
soportan el uso, reutilización y producción
de Recursos Educativos Abiertos
de alta calidad, a través de políticas
institucionales que promuevan modelos
pedagógicos innovadores y empoderen
a los aprendices como co-productores de
su propia ruta de aprendizaje. (Mercado,
Fernández, Lavigne y Ramírez, 2018, p.5)
En este sentido, al gestionar los PEA, estamos
dándole el poder y la facilidad al alumno de ser
parte de la creación de nuevo conocimiento. Parte
de esta innovación implica que los estudiantes
puedan crear sus propias ideas acerca de los
materiales vistos y experimentados en las
aulas. Esto no signica que el libro de texto
no permita un aprendizaje ecaz, pero con los
recursos abiertos generalmente no se solicita
una repetición o memorización de su contenido,
sino que apuntan a tareas relacionadas con el
desarrollo de la criticidad de una postura, hecho
que puede repercutir en que sean capaces de
aproximarse a un aprendizaje más profundo y
constructivo. De todos modos, no depende del
recurso en sí, sino de las consignas que plantean
los docentes para que se dé un aprendizaje
profundo, crítico y constructivo.
3. Ventajas del uso de los REA
De acuerdo con Burgos (2010), hoy día estamos
ante una una generación multitarea, que es
capaz de realizar diversas actividades al mismo
tiempo: han desarrollado de manera natural la
habilidad de escuchar música, hablar con los
amigos, usar el teléfono y revisar sus tareas
simultáneamente. Esto implica que el tiempo
de atención disminuye, y se divide entre las
distintas tareas o actividades que realizan a
diario a través de los diferentes dispositivos
como móviles, tabletas y computadoras. Dada
esta característica de los nativos digitales, los
REA facilitan esta simultaneidad, ya que pueden
estar disponibles en los distintos dispositivos,
además de ofrecer datos puntuales a través de
resúmenes y palabras clave que optimizan y
agilizan los motores de búsqueda.
Por esto, desde una perspectiva general,
un REA contiene un tema, una unidad
de contenido, un objetivo, así como
metadatos —conocidos como descriptores
del recurso educativo—, el cual puede ser
desarrollado con el soporte de las TIC de
forma que se posibilite su reutilización,
interoperabilidad, accesibilidad y conti-
nuidad de tiempo. (Burgos, 2010, p.15)
Al hablar de recursos abiertos, nos referimos
a que el conocimiento se encuentra fuera del
aula. Los REA podrían ser herramientas de
gran utilidad en la modalidad presencial dentro
del salón de clases, pero mayormente en la
modalidad virtual que se ha experimentado
durante la época de pandemia mundial, por lo
que se considera su inclusión como un impulso
para innovación educativa.
El recurso abierto está caracterizado por estar
expuesto al público y no conlleva ninguna
restrincción al usuario. Por otro lado, el término
«gratuito» garantiza que el estudiante puede
utilizar el material educativo sin la necesidad
de hacer ningún tipo de inversión económica.
(Burgos, 2010)
Estos no solo representan un benecio
económico, ya que elimina inversiones en
materiales costosos, o supera limitaciones de
imposibilidad de asistir a librerías y bibliotecas,
sino que también permiten un acercamiento al
uso sostenible de la información, pues, aunque
pueda ser imprimible, el formato digital ha
aportado cuidado al medio ambiente, tema que
en la actualidad preocupa tanto al planeta. Y en
tiempos como los vividos durante la pandemia del
COVID-19, los REA se han vuelto más ecaces,
dado el aislamiento social que se ha pedido y
las restricciones de movilidad impuestas por los
gobiernos alrededor del mundo.
Las instituciones de educación superior, en
pos del apoyo que deberían dar a su personal
docente, están llamadas a crear entornos
favorables de enseñanza y aprendizaje para los
estudiantes. Por lo tanto, se aspira a crear REAs
así como a usar los creados en otros lugares.
Esto proporcionará oportunidad de desarrollo
profesional de los docentes, quienes, además de
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innovar dentro del campo pedagógico, pueden
ampliar sus propios conocimientos y adaptarse al
mundo tecnológico en que los estudiantes viven,
de esta manera se logrará acortar la distancia
entre docentes y alumnos, a la vez que se mejora
la comprensión de sus necesidades básicas de
aprendizaje, y, sobre todo, se pueden elaborar
mejores programas de estudio de acuerdo a las
características especícas de cada grupo de
clases y asignaturas a impartir.
Al utilizar los recursos de aprendizaje abiertos
en las aulas se insentiva a que el estudiante
tenga un contacto directo con las ideas, los
contenidos y la información. Pero para que
cumplan ecazmente su función, deben estar
bien diseñados y enfocados en el proceso
de enseñanza-aprendizaje. El uso de estos
recursos, de igual manera, podría ayudar a
que, si en el futuro se vuelve a la modalidad
presencial, se utilice el tiempo de encuentro con
los estudiantes para crear discusiones, aplicar
prácticas, incentivar la creatividad y fomentar
la participación, así como se logra un análisis
ecaz sobre un texto cuando se elabora una
consigna adecuada.
Elaborar un plan de estudios basado en recursos
implica distanciarnos de la noción tradicional
del profesor que asume el rol protagónico y
que utiliza como método la lección magistral.
De igual manera, permite la discusión grupal y
trabajos prácticos que aportan mayor calidad a la
educación al combinarse con otras plataformas
digitales y herramientas que ofrece la web 2.0.
El aprendizaje basado en recursos no
es sinónimo de educación a distancia.
Al contrario, el aprendizaje basado en
recursos proporciona una base sobre la
cual se puede transformar la cultura de
la enseñanza a lo largo y ancho de todos
los sistemas educativos para capacitarlos
a ofrecer una educación de mejor calidad
a una cantidad considerablemente mayor
de alumnos (UNESCO, 2015).
No importa la circunstancia o modalidad, el
aprendizaje basado en recursos puede ser
un enfoque pedagógico aceptable para la
educación virtual, así como para la educación
presencial, siempre y cuando se tomen en
consideración los elementos necesarios que
permitan que en ambos casos el proceso de
enseñanza-aprendizaje sea efectivo y se pueda
adaptar el recurso a ser utilizado dentro de los
requerimientos necesarios para el aprendizaje.
La razón más importante para el
aprovechamiento de los REA es que
los materiales educativos licenciados
abiertamente tienen un enorme potencial
de contribuir para la mejoría de la calidad y
de la ecacia de la educación. Los desafíos
del creciente acceso, combinado con el
continuo despliegue de infraestructuras
TIC en centros educativos, indica que
es cada vez más importante que éstos
apoyen, de forma planicada y deliberada,
el desarrollo y la mejora de los planes de
estudios, el diseño de los programas y las
asignaturas en curso, la planicación de
las sesiones de contacto con los alumnos,
el desarrollo de materiales de aprendizaje
y enseñanza de calidad y el diseño de
evaluaciones ecaces (UNESCO, 2015).
4. Metodología
Para conocer la percepción de los participantes
sobre los distintos recursos que utilizan en sus
ambientes de aprendizaje y las facilidades que
ofrece el contexto para que se lleve a cabo un
enfoque basado en recursos abiertos, se ha
implementado una metodología descriptiva,
que, en palabras de Tamayo.
Es un método que comprende la
descripción, registro, análisis e
interpretación de la naturaleza actual, y la
composición o proceso de los fenómenos.
El enfoque se hace sobre conclusiones
dominantes o sobre grupo de personas,
grupo o cosas, se conduce o funciona en
presente (Tamayo, 2004).
Para conocer las opiniones del universo
participante, hemos aplicado una encuesta ad
hoc revisada a juicio de expertos a 72 personas,
27 docentes y 45 estudiantes en República
Dominicana. El instrumento fue suministrado
a través de la plataforma Survey Monkey por
ser una plataforma dinámica de formulación de
encuestas. El instrumento cuenta de 8 preguntas
cerradas que ofrecen distintas opciones y una
pregunta nal abierta sobre el conocimiento
sobre los REA. (Ver anexo 1)
5. Resultados
Las preguntas 1, 2 y 3 se proponen elaborar un
perl sobre los encuestados dentro del contexto
trabajado: determinar si es docente, estudiante,
administrador educativo o bibliotecario; nivel
de educación académica y tiempo que lleva en
la modalidad de clases virtuales y a distancia.
Según los resultados de estas preguntas, el
universo está conformado por 27 docentes, 45
estudiantes y 0 administradores y bibliotecarios.
Sobre su nivel educativo, el 38% lo conforma
estudiantes universitarios, mientras que el
31.94% tiene estudios de maestría. El resto de
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los porcentajes se dividen en: 6.94% doctorados,
4.27% con título de grado, 2.78% con una
especialidad y 1.39% con postgrado. Los datos
demuestran que en su mayoría cuentan con
estudios superiores o postformales.
En cuanto a los inconvenientes que suelen
suceder durante el acceso a recursos y
plataformas virtuales, el 54.17% de los
encuestados aseguró haber tenido problemas
con la electricidad en su sector durante el período
de cuarentena que se ha vivido desde marzo del
2020. Mientras que un 51.39% dijo tener fallas
de conectividad, dicultando el acceso a la red y,
a su vez, a los recursos y actividades educativas
para poder realizar sus funciones académicas.
(Ver Figura 1).
Según Vargas (2017), los docentes deben
comprometerse en la actualización e innovación
educativa y servir como facilitadores a sus
estudiantes sobre el uso de herramientas
informáticas, así como de los recursos. Esto
implica dominar herramientas que permitan
el acceso a los materiales sin la necesidad de
estar en constante conexión. Para ello están
los archivos descargables en dispositivos
electrónicos que pueden ser artículos, libros en
formatos como el PDF, epub, mobi, doc, etc.
Pero, según la encuesta que ha servido para
conocer el comportamiento de los internautas,
solo el 18.06% del universo encuestado utiliza los
libros descargados en dispositivos electrónicos,
mientras que 40.28% preere consultar los
contenidos en la Web. (Ver Figura 2)
Dado este contexto antes descrito es necesario
readaptar los enfoques pedagógicos en este
ambiente digital, de manera que se logre
garantizar la calidad y oportunidades educativas.
En ese sentido, será necesario un acuerdo entre
telefónicas, compañías de electricidad, así como
con instituciones educativas y gubernamentales
que aseguren la conectividad tanto de los
estudiantes, como de los docentes. Pero, sobre
todo, que permita de manera ininterrumpida
el acceso a los contenidos y a los recursos
educativos abiertos publicados y propuestos en
la red.
Al preguntarles a los participantes sobre el uso
de recursos y herramientas antes de incurrir en
la modalidad virtual, el 91.67% expresó haber
utilizado artículos en formato PDF, el 81.94%
hacía uso de vídeos a través de plataformas
como Youtube y Vimeo, el 77.78% utilizaba
libros digitales y el 72.22% leía artículos en la
web. El resto se divide en el uso de plataformas
como Moodle, Zoom, Microsoft Teams, Kahoot,
y podcasts. Estas preferencias demuestran
que tanto el uso de artículos en PDF como los
vídeos en streaming y libros digitales son los
recursos de mayor uso a la hora de ampliar los
conocimientos académicos.
De igual manera, sobre el uso de recursos
en las clases, el uso del archivo PDF obtuvo
un 94.44%, seguido de los videos (88.89%),
Figura 1: Opinión de los participantes sobre los
inconvenientes a la hora de acceder a los recursos
virtuales.
Figura 2: Opinión de los participantes sobre los recursos
que preeren para la comprensión y el aprendizaje de
contenidos.
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artículos en la web (77.78%) y los libros digitales
(73.61%). Los libros físicos, por su parte,
apenas obtuvieron un 27.78%. Mientras que,
sobre el uso de recursos gratuitos ofrecidos en
Internet, el 40,28% dijo utilizar Google Books o
Google Académico; el 27.78% REA; y el 23.61%
artículos en plataformas virtuales como Dialnet,
Scielo, y otras.
Finalmente, sobre si conocen qué son
recursos educativos abiertos, un 48.9% de los
encuestados armó no tener idea sobre a qué
nos referíamos con este concepto. Mientras que
el resto aseguraba que estos permiten acceder a
la información sin costo y desde cualquier lugar
o momento; posibilitan seguir aprendiendo no
obstante la situación de pandemia; maximizar
el tiempo para discusiones; asimismo, ellos
permiten al docente tener una variedad de
contenidos educativos y recursos que satisfagan
el proceso de enseñanza-aprendizaje.
6. Conclusiones
El uso y creación de los recursos abiertos deben
ser parte de la agenda educativa de las escuelas
y departamentos de las universidades e
instituciones dedicadas a la educación superior.
Los artículos producidos, investigaciones,
ensayos, entrevistas y demás material que aporte
al conocimiento y al desarrollo del estudiantado
deben estar al servicio de los docentes y alumnos
sin restricción dentro y fuera de las aulas. Por un
lado, ayuda al docente a diseñar procesos de
enseñanza-aprendizaje más dinámicos basados
en la práctica y la constante colaboración, así
como aumenta la interacción por parte del
estudiante.
Si bien es cierto que el uso del libro de texto, así
como de manuales, permite realizar muchas de
las actividades antes mencionadas, también es
necesario precisar que, a diferencia de ellos, los
recursos educativos abiertos pueden representar
una participación más activa del estudiante y el
desarrollo de su pensamiento crítico, sobre todo,
cuando se habla de un aprendizaje basado en
competencias. El uso de los recursos implica,
además, que se ofrezcan otras opciones al
momento de impartir la asignatura adaptadas a
los gustos de una generación envuelta en medios
tecnólogicos, de manera que se acerquen más
al conocimiento impartido.
La clave está en la metodología a utilizar
en las clases. El aprendizaje basado en
recursos representa una alternativa de mayor
envergadura, sobre todo, cuando tratamos
temas de reciente aplicación como es el caso de
la modalidad virtual, o actualizaciones dentro de
los campos de las ciencias y las humanidades.
Esto no implica que dejemos a un lado los libros
para fundamentos conceptuales o referencias
históricas. Más aún si tomamos en consideración
que son necesarios como elementos de partida
en niveles primarios y secundarios, y donde, por
ejemplo el texto sirve de guía, en especial cuando
el estudiante no ha desarrollado otras habilidades
como el análisis y la reexión,necesita asimismo
la adquisión del léxico. Pero al entender que
podemos contar con recursos alternativos, de
fácil acceso, no solo para las instituciones de
educación superior y su personal docente, sino
también para el alumnado, podemos ampliar las
fuentes de conocimiento disponibles, participar
de la discusión y actualización de la ciencia
y comenzar a formar parte de la comunidad
discursiva de nuestra disciplina. Es decir, que,
al utilizar los recursos educativos abiertos
tenemos la oportunidad de enfrentarnos a
las problemáticas que siguen surgiendo en el
mundo actual y comenzar, desde las aulas, a
ofrecer opiniones y aportes en la búsqueda de
soluciones que mejoren el mundo.
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