
CUADERNO  DE  PEDAGOGÍA  UNIVERSITARIA     |     VOL. 18    NÚMERO 36      |      PP  07 - 26
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desafíos de las transformaciones a nivel mundial que 
repercutieron en el Uruguay, aceleraron los procesos 
de descentralización de la formación docente. Su 
propósito fue cubrir el territorio del país con centros 
regionalizados que tuvieran como oferta educativa 
el plan de profesorado en modalidad presencial. 
Aunque los Institutos de Formación Docente (IFD) 
ubicados en el interior del país proveían, desde la 
década del cincuenta, cursos de profesorado en 
modalidades de estudio semi-libre y semipresencial, 
esta situación ameritaba ser abordada por la 
apertura de los Centros Regionales de Profesores 
(CERP) distribuidos en el Litoral, Norte, Este y Sur 
del país. A partir de la creación de los CERP, se 
pusieron en marcha nuevos modelos de formación 
inicial docente que concretaron acciones destinadas 
a cumplir los objetivos de cambio planteados por 
la Reforma educativa uruguaya del quinquenio 
1995-1999 (Mora et al., 2013). No obstante, 
este esfuerzo no vio colmadas las expectativas y 
peculiaridades de aquellos candidatos a docentes 
que no se ajustaban al perl socio-demográco del 
estudiantado de los CERP (ANEP, 1999).
A pesar de los esfuerzos por universalizar y 
descentralizar la formación docente planteados 
en los párrafos anteriores, la baja titulación de los 
Institutos de Formación Docente en relación con la 
modalidad de cursado más exible (conocida como 
semi-presencial y semi-libre) del plan de profesorado 
en diversas especialidades se mantuvo constante. 
Esta situación acentúa la baja titulación y egreso ya 
que “en educación media más de la cuarta parte 
de los docentes tiene estudios incompletos de 
alguna de las carreras de formación en educación” 
(INEED, 2015, p. 12). Esta “escasez de profesores 
en algunas áreas” (Gatti y Davis, 2016, p. 10) es el 
caso especíco de especialidades de profesorado 
en matemática y física (INEED, 2013)
Para atender a la baja titulación de docentes se crea 
el Sistema Único Nacional de Formación Docente, 
conocido como Plan 2008, para formación docente. 
Este plan provee la oferta educativa (en IFD en el cual 
se desempeñan profesionalmente los formadores 
de formadores y egresaron los docentes noveles 
considerados en este estudio) en ese mismo año en 
profesorado de inglés y matemática. Luego, en 2009 
se extiende esta modalidad para la especialidad de 
física, no obstante, el resto de los profesorados se 
cursan en modalidad semi-presencial y semi-libre.
Proceso de inserción profesional
docente
Múltiples investigaciones denen al proceso de 
inserción profesional docente como una experiencia 
compleja que resalta las dicultades del ocio de 
enseñar. Un ejemplo de esto es la complejidad que 
los noveles docentes encuentran para articular la 
teoría y la práctica. Asimismo, las deciencias en 
la formación docente inicial (Terigi, 2012, Esteve, 
2006), la construcción de la identidad docente 
como profesionales de educación media (Ojeda, 
2008; Vaillant, 2010), la manera como se logran 
ajustar los escenarios macropolíticos-sociales 
con la micropolítica del centro educativo (Avalos, 
2009) constituyen temas persistentes en la agenda 
regional e internacional.
En este punto, uno de los temas de agenda referidos 
a la formación inicial docente que es necesario 
destacar para los propósitos de este estudio es la 
inducción a la docencia. Es evidente que la iniciación 
profesional docente sucede y se desarrolla en el 
ejercicio laboral de todo profesor cuando ingresa 
en su primer puesto de trabajo (Alen y Allegroni, 
2009) del o los centro/s educativo/s en el que o 
los que desempeña durante los primeros años de 
su carrera. Sin embargo, aun son incipientes las 
iniciativas de programas de inducción docente que 
se desarrollan intencionadamente en función de 
esta primera etapa de inserción.
De acuerdo con López de Castilla (en Vaillant y 
Cuba, 2008) el proceso de inserción a la profesión 
docente es una etapa inevitable y su duración no 
es denida de forma absoluta. La autora indica 
asimismo que “una política de atención al docente 
durante este periodo” (p. 52) colabora en una buena 
adaptación a su práctica profesional.
Con referencia a las ideas anteriores, es ilustrativo 
distinguir los cuatro modelos sobre la iniciación 
de los noveles docentes descriptos por González 
y colegas (2005) a partir de las postulaciones de 
Vonk (1996). Estos son: el modelo de nadar o 
hundirse, el modelo de competencia mandatada, 
de apadrinamiento espontáneo y, por último, de 
acompañamiento formal.
En referencia al modelo de nadar o hundirse el 
investigador sostiene que la institución educativa en