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Experiencia estética en tiempos de la pandemia: aprendizaje
basado en el reto Café literario en UNIMINUTO (Colombia)
____________
Aesthetic experience during the
pandemic: learning based on the
literary coffee challenge in UNIMINUTO
(Colombia)
Recibido: 10 de marzo de 2021 | Aprobado: 31 de mayo de 2021
Resumen
El Café literario es un proyecto creado en el segundo semestre
del año 2017 en la Corporación Universitaria Minuto de Dios en
Colombia, especícamente en el Centro Regional Soacha, municipio
aledaño a Bogotá D.C, con la nalidad de conformar un grupo
de trabajo interesado por la literatura y por las manifestaciones
del pensamiento que se generan a partir de la palabra, la poesía
y el discurso literario. El objetivo del presente estudio es referir la
experiencia del proyecto en sus modalidades presencial y virtual,
cuyo énfasis es conjugar el arte y la literatura para la formación
integral de los estudiantes y mostrar la pertinencia de mantener este
tipo de espacios en la universidad. Metodológicamente, la investigación se aborda desde una perspectiva
praxeológica que posibilite la integración entre la propuesta educativa y la práctica. El enfoque que se trabaja
es a partir de un Aprendizaje Basado en Retos, tendencia disruptiva que permite trazar una línea de trabajo a
n de lograr una empresa especíca. Se plantean las inquietudes que se suscitaron sobre la permanencia de
esta experiencia pedagógica y se elabora una reexión sobre el valor de la literatura en la formación humana,
por lo que esta práctica pedagógica se ha convertido en un refugio, en un hogar para habitar la palabra,
pero sobre todas las cosas, se ha propuesto en la actualidad contribuir para hacer la vida más amena en
tiempos de crisis como ya lo habría mencionado Friedrich Hölderlin.
Palabras clave: literatura; lectura; escritura; aprendizaje basado en retos; Colombia.
_____________________________
* Magister en Estudios Literarios de la Universidad Santo Tomás, donde también es tutor en la Licenciatura en Literatura y Lengua Cas-
tellana en el C.A.U, Facatativá. Coordinador académico de la Licenciatura en Humanidades y Lengua Castellana de UNIMINUTO.
Para contactar al autor: jcaice15@uniminuto.edu.co
** Magíster en Filosofía de la Universidad Nacional, historiador de la misma universidad y lósofo de la Universidad Libre. Docente de la Corporación Uni-
versitaria Minuto de Dios- Uniminuto, en la Unidad Transversal de CEPLEC. Para contactar al autor: dalandinezg@hotmail.com
_____________________________
ISSN (en línea): 1814-4152 / Sitio web: http://cuaderno.pucmm.edu.do
CÓMO CITAR: Caicedo Girón, J. y Landinez Guio, D. (2021). Experiencia estética en tiempos de la pandemia: aprendizaje basado en el reto Café literario en
UNIMINUTO (Colombia). Cuaderno de Pedagogía Universitaria, 18(36), 104-114.
Jonathan Caicedo Girón
*
UNIMINUTO
jonathan.caicedo@uniminuto.edu
Diego Alfonso Landinez Guio
**
UNIMINUTO
diego.landinez@uniminuto.edu
CUADERNO DE PEDAGOGÍA UNIVERSITARIA | VOL. 18 NÚMERO 36 | PP 104 - 114
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Abstract
The Literary Café is a project created in the second semester of 2017 at the Minuto de Dios University in Co-
lombia, specically, in the Regional Center, Soacha, a municipality near Bogotá D.C., with the aim of forming
a working group interested in literature and the manifestations of thought that are generated from the word,
poetry and literary discourse.
In order to form a working group interested in literature and the manifestations of thought that are generated
from the word, poetry and literary discourse. The objective of this study is to refer the experience of the pro-
ject in its face-to-face and virtual modalities, whose emphasis is to combine art and literature for the com-
prehensive training of students and show the relevance of maintaining this type of space in the university.
Methodologically, the research is approached from a praxeological perspective that enables the integration
between the educational proposal and the practice. The approach used is Challenge Based Learning, as a
disruptive trend that allows a line of work to be drawn in order to achieve a specic company. The concerns
that were raised about the permanence of this pedagogical experience and a reection is elaborated on the
value of literature in human formation, so this pedagogical practice has become a refuge, a home to inhabit
the word, but above all things, he has now proposed to contribute to make life more enjoyable in times of
crisis, as Friedrich Hölderlin would have already mentioned.
Keywords: Literature; reading; writing; challenge-based learning; Colombia.
Introducción
La Unidad Transversal de Comunicación Escrita y
Procesos Lectores (CEPLEC) de la Corporación
Universitaria Minuto de Dios, sede Soacha, es la
dependencia encargada de orientar los procesos
de lectura y escritura de los diferentes programas.
Dentro de sus principales preocupaciones se
encuentra la de fortalecer la producción de textos
académicos en los estudiantes y su acercamiento
a la literatura cientíca de los distintos ámbitos
del conocimiento. La apuesta de CEPLEC es, en
este sentido, asumir la lectura y la escritura como
medios para el aprendizaje y de la comunicabilidad
de un determinado discurso disciplinar, conforme
a su función transversal dentro de la universidad.
Sin embargo, esta función instrumental de los
procesos de lectura y escritura tiende a dejar de
lado una dimensión formativa, a nuestro juicio, más
importante, que va más allá del texto en su uso
académico y se relaciona con un encuentro ético
y estético del estudiante con un tipo de realidad
humana “que quizá no sea posible desde otros
ángulos” (Landinez, 2018, p. 1358).
De manera paralela a la mirada académica, el
equipo de CEPLEC se ha preocupado por generar
espacios en los que la escritura literaria, las artes, la
literatura y el cine tomen un papel preponderante en
la vida de los estudiantes. Brecht (1945) comentaba
que el arte cambia las actitudes morales de las
personas para hacer el bien, es decir, que no es una
pura distracción de lo cotidiano, sino un encuentro
distinto con la realidad en la que es posible modular
nuestras formas de actuar. De estas inquietudes
surge la idea de llevar a cabo un Café literario que,
irrumpiendo el espacio universitario, transgreda
los límites del quehacer cotidiano y permite trazar
líneas de fuga, en los términos de Deleuze y Guattari
(1988), a los hábitos y cánones de formación
preestablecidos, que no pocas veces los profesores
contribuimos en reproducir.
El Café Literario es una iniciativa de los docentes
de CEPLEC, que tiene por objetivo la lectura, la
interpretación y la creación de textos literarios que
permiten interactuar con diversas manifestaciones
de la cultura y crear vínculos de intertextualidad con
los procesos sociales y políticos que permean la
sensibilidad del municipio de Soacha. Cada una de
las sesiones intenta articular diversas actividades,
según los intereses de los participantes. En estos
conversatorios se busca generar un pensamiento
crítico que revalide la mirada al otro, que permita
a los asistentes discernir sobre sus acciones
para el mejoramiento del ámbito social y cultural
del municipio, así como permitir la creación de
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productos artísticos como poemarios, narrativa,
textos de reexión y ensayo por parte de los
estudiantes.
Así, nuestra propuesta metodológica permite
integrar a la comunidad educativa y motivar
el acercamiento a los procesos de lectura y
escritura de una manera autónoma, más allá de
los compromisos académicos de las clases, pues,
en esencia, se busca generar espacios signicativos
en los que los estudiantes tengan la oportunidad de
formarse a sí mismos y de superar la tutela de sus
profesores, es decir, “contribuir, hasta donde sea
posible, a promover una autonomía que suponga
la autocrítica como condición necesaria para la
formación” (Landinez, 2020a, p. 118).
Los proyectos de creación que hacen los
estudiantes al nalizar cada semestre académico
son apenas un tejido onírico de la imaginación. La
variedad artística, el potencial de la creación y los
instrumentos literarios, artísticos y poéticos develan
un sendero de la emancipación de las sensaciones
y del pensamiento. El producto artístico que ofrecen
recopila su forma de sentir el mundo. Como cierre
del proyecto, se abre un espacio en donde a manera
de galería se presentan los productos artísticos. La
interacción entre los sujetos con sus creaciones
permite mostrar cómo el Café literario edica una
sensibilidad genuina, otorgando un aire distinto que
es disruptivo dentro de las prácticas académicas
cotidianas.
Esta descripción iterativa que recién hemos hecho
pertenece a la modalidad presencial, sin embargo,
a partir del cierre a causa de la pandemia nos
surgió la gran inquietud: ¿Qué retos podríamos
encontrarnos teniendo en cuenta que las sesiones
se desarrollarían ahora de manera virtual? ¿Cómo
lograríamos mantener motivados a los participantes?
¿Cómo lograríamos la empatía y sensibilidad en la
presentación nal de sus productos literarios sin el
acostumbrado encuentro presencial?
Para responder estos cuestionamientos, adoptamos
la perspectiva del Aprendizaje Basado en Retos,
que permite acercar al estudiante a una experiencia
educativa más activa, en tanto que parte de sus
propios intereses y su relación concreta con el
mundo que lo rodea (Garza Sada, 2016). En este
sentido, desarrollamos el Café literario tomando
como base la línea de trabajo de proyectos
innovadores y exitosos como los implementados en
diferentes áreas del conocimiento en el Tecnológico
de Monterrey, en México (Garza Sada, 2016;
Olivares Olivares et al., 2018).
Son escasos los estudios en los que aparece
documentado como tema los cafés literarios. Se
podría comentar que la tradición de estos espacios
se fragua, sobre todo, en algunos países europeos.
No obstante, en Colombia, especícamente en el
siglo XIX, la historia reere a la Gruta Simbólica,
que no era nada más que un puñado de poetas
y artistas bohemios que, desaando las leyes y
los constantes toques de queda de la época, se
encontraban en las casas para tertuliar un poco. La
palabra les permitía hacer resistencia y, de paso,
les posibilitaba emancipar su pensamiento. Este
espacio ha sido descrito de la siguiente manera:
“La Gruta simbólica puede considerarse como
fenómeno de transición de las tertulias privadas
hacia las públicas en el café, y también bajo
otro aspecto: miembros de la Gruta se reunían
en diversos bares y cantinas para departir con
el público” (König, 2002, p. 9). Este proyecto del
Café literario se encamina precisamente a ello, a
compartir las bondades del lenguaje y de la palabra
con los estudiantes y con otras personas que por
diversos motivos quizá no hayan sido abrigados
por el lenguaje en la misma medida.
Así, con este documento nos proponemos referir
la experiencia del proyecto en sus modalidades
presencial y virtual con el n de reexionar sobre la
permanencia de estos espacios para el desarrollo
integral de nuestros estudiantes universitarios.
Desde una mirada caleidoscópica, este estudio
pretende en una primera instancia mostrar el fomento
de la sensibilidad estética a través de un proyecto
como Café literario. En una segunda instancia, se
describe la metodología que se emplea para lograr
los objetivos del proyecto. A continuación, se ofrece
el contraste de la modalidad presencial a la virtual y
el reto que conllevó la permanencia del Café literario
en tiempos de pandemia. Finalmente, se evalúa el
impacto de la estrategia implementada en donde se
evidencia cómo la sensibilidad es cultivada a través
de ejercicios literarios y poéticos que acercaron a
los estudiantes a espacios de belleza y pudieron
exponerlos a través de una plataforma virtual de
manera sincrónica
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El arte, la literatura y la experiencia del Café
literario
“Aquí el poeta se torna divino y sucesor de Dios”
—Gonzalo Arango
La literatura no ha sido ajena a la realidad
humana concreta; desde sus inicios ha estado
anclada a la posibilidad de hacer comprensibles
las profundidades más oscuras y los límites más
difusos de las acciones de los seres humanos,
en aspectos que rechazan todo intento racional y
razonable de explicación: a través de las pinceladas
de la literatura “la vida aparece dotada de un tono
que de otra manera quedaría en silencio o reducido
al juicio sacrosanto de las evidencias ‘objetivas’”
(Landinez, 2018, p. 1360). Y es este matiz lo que
hace que deje una huella indeleble en aquellos que
se atreven a surcar las aguas misteriosas de los
versos y la narrativa.
El acercamiento a diversas manifestaciones
artísticas como la literatura hace posible un
encuentro con la realidad desde perspectivas
diferentes a las disciplinares, cuya importancia no
es desdeñable (como suele ser armado en ciertos
espacios públicos no académicos), pero que, en
todo caso, no agotan las distintas dimensiones en
las que se forma una persona. El impacto social
que genera este tipo de encuentros con el arte
traspasa las barreras de la imaginación, pues,
como diría en su discurso de Nobel de literatura en
1949, el escritor norteamericano William Faulkner
(2014), “me niego a aceptar el n del hombre”. Si
los hombres y mujeres de nuestro tiempo deben
sobrevivir en un sistema que los aplasta desde
adentro, deben buscar la manera de tomar un
segundo aire y es la función evasiva de la literatura
la que otorga nuevas alas para volar por encima.
En efecto, los controles sociales no se ejercen
desde afuera de los individuos, sino que se enraízan
en la subjetividad, la moldean, y determinan lo
que cada quien debe ser y hacer. La publicidad
y la propaganda son ejemplos de ese proceso
por el cual el deseo es conducido por los cauces
del mercado, y hasta el sistema educativo está
diseñado sobre objetivos políticos previamente
establecidos, siendo la individualidad un producto
hecho a la medida de la oferta y la demanda, es
decir, como una mercancía más. Para escapar
de este circuito es necesario desestructurar la
subjetividad (Landinez, 2020b), salir en búsqueda
del propio pensamiento en el contacto con
perspectivas de mundo distintas, y ese proceso
de auto desestructuración y reconstrucción es, en
esencia, estético, en tanto que moviliza la capacidad
plástica para hacer de sí mismo una obra.
La literatura muestra un sendero a veces nebuloso
por donde se puede transitar, pero que en su
intrincada posibilidad muestra que siempre hay más
alternativas que las que muestra la cotidianidad.
Un texto literario dice las mismas cosas que ya
sabemos, pero con un giro que atrapa nuestra
atención y aumenta nuestra percepción para
trascender las estructuras prefabricadas de la
subjetividad y buscar nuevas sensibilidades.
La disertación literaria con lectura en voz alta
inició con los rapsodas en países pertenecientes
al mundo euroasiático. Los coros declamaban las
más bellas palabras y auscultaban las más hondas
reexiones metafísicas y sociales. De este modo, en
la Grecia clásica empezaban a hacer su aparición
los géneros literarios. Uno de ellos fue la tragedia,
denida por el crítico literario Mijaíl Bajtín (1962)
como la forma de poner a simple vista las pasiones,
los rencores y la vida de los seres humanos en las
tablas. El encuentro literario ha sido una forma de
ponerse en contacto con la comunidad. En Europa
y América Latina han surgido siempre espacios que
se fraguan a manera de conversatorio o debate,
espacios autónomos en los que se han dado cita
espíritus inquietos que han querido transformar su
forma de ver y pensar el mundo, transformando, a
su vez, al mundo mismo. Cuando la palabra toma
forma, no hay mente humana que quede indemne
a su inuencia.
Es posible emparentar la práctica del Café literario
con el seminario alemán, cuya práctica académica
ha demostrado ser de una productividad asombrosa
(Hoyos-Vázquez, 1988). La puesta en práctica de
esta modalidad de trabajo aporta herramientas
conceptuales y procedimentales para la producción
de conocimiento, ya que, a partir del diálogo
metódico de saberes entre pares, la formulación de
preguntas de interés interdisciplinario y el examen
crítico de fuentes bibliográcas, los docentes
pueden enriquecer sus competencias profesionales
(Figueroa, 2016), y aporta herramientas didácticas
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para el desarrollo de la argumentación, tanto para
sí mismos como para los estudiantes (Vaccarezza
Garrido et al., 2017).
Para autores como Jaime Hoyos-Vázquez (1988),
el seminario alemán permite concebir el trabajo
académico menos como una asimilación de
contenidos que como el ejercicio crítico de aptitudes
y capacidades disciplinares-investigativas, ya que
todos los participantes tienen un papel activo en la
discusión de ideas. No es un espacio tradicional,
estructurado verticalmente, sino un espacio más
horizontal, democrático, en el que el moderador del
seminario es un modulador de la participación, no
la fuente del conocimiento.
Sin embargo, a diferencia del seminario, los cafés
literarios han surgido como propuestas informales
que, lejos de ser una actividad de tiempo libre, se
convierte en la convocatoria de lectores sedientos
por compartir la palabra y por compartir sus
lecturas. En esencia, el café literario o tertulia,
como también se lo ha conocido, es una práctica
libre y autónoma que convoca a quienes se ven
interesados por las letras, con el n de compartir
lecturas, debatir opiniones y generar espacios de
creación, cuyo único móvil es el encuentro mismo;
de ahí su capacidad para servir de experiencia para
la formación estética de una comunidad educativa,
pese a no ser la escuela el lugar de origen de esta
práctica.
Muchos encuentros literarios en el mundo se dieron
como reuniones clandestinas y bohemias entre
personas del común e intelectuales que discutían
las ideas de su época (muchas de ellas prohibidas)
y los libros que subrepticiamente lograban escapar
de la caricia abrasadora de las llamas. Incluso en
Colombia, la tertulia de café ha sido el símbolo
de la intelectualidad en la búsqueda de diferentes
caminos a los problemas más apremiantes del país
(König, 2002). También las alcaldías han adoptado
posturas institucionales para reunir a los habitantes
en torno a las palabras y a la lectura en voz alta.
Sin querer incurrir ni en la osadía de los primeros,
ni el completo direccionamiento de los segundos,
el Café literario como proyecto pedagógico ha
buscado crear espacios libres que, de manera
entretenida, logren promover la lectura y la escritura.
El Café literario como práctica educativa que
reexiona a partir de las experiencias de los
estudiantes y docentes asistentes es, antes que
nada, un ejercicio del pensamiento crítico y sensible,
entendido en parte como la posibilidad de comunicar
al otro las diversas formas de comprender al
mundo desde una visión literaria. Por supuesto,
la fraternidad es un elemento que está allí latente.
Las prácticas de lectura, sus respectivas reexiones
y los diálogos que se nutren de empatía permiten
que esta experiencia dentro de la academia sea un
horizonte que posibilite un camino distinto en las
prácticas pedagógicas universitarias.
Por estas razones, el proyecto Café literario
retoma algunas iniciativas que propusieron la
“tertulia literaria” como herramienta pedagógica
para el aprendizaje “dialógico” en los estudiantes
(Caicedo et al., 2016; Romero Rivas, 2019),
tomando como fundamento la posibilidad de un
encuentro de sensibilidades, de formas de pensar y
de perspectivas vitales, que se gestan en la lectura
de literatura y en el diálogo horizontal, más allá de
las estructuras curriculares.
Descripción de la estrategia empleada en el
Café literario
Al ser el Café Literario una estrategia alternativa
a los paradigmas clásicos para la enseñanza y el
aprendizaje de la literatura puestos en práctica en
la academia, y siendo consecuentes con la práctica
disruptiva que proponemos, nos permitimos
compartir una metodología que permite un diálogo
transversal del saber. Es, pues, relevante traer a
colación al profesor Juliao (2002), quien plantea
un modelo praxeológico comprendido como un
espacio dinamizador del saber dentro de un espacio
académico determinado. Este modelo permite una
práctica pedagógica sencilla por niveles, además de
ser un guía para el tutor al momento de desarrollar
su clase. Existe, entonces, una sinergia contundente
entre la teoría y la práctica.
Como es sabido, en el mundo de la investigación se
suceden diversos parámetros metodológicos que
surgen de la necesidad y la ubicuidad de elaborar
indagaciones racionalmente bien estructuradas. De
esta noción, y a partir de un estudio sincrónico, se
pretende que los asistentes piensen y reexionen
sobre el hecho literario como un asunto sustancial
al conocimiento.
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Es menester subrayar que el Café Literario se
realiza una vez a la semana en un encuentro de
dos horas. Se desarrolla en la mañana, sobre
todo, teniendo en la cuenta los recesos de los
estudiantes. Se extiende una invitación a toda
la comunidad educativa, incluso al personal de
servicios generales, compañeros docentes y demás
personas son bienvenidos al espacio.
El tiempo de desarrollo de las sesiones presenciales
nos ha demostrado una empatía bastante
interesante entre los asistentes al Café Literario.
De repente, nos encontrábamos con un grupo de
asistentes bastante particular, en donde, incluso, el
guarda de seguridad participaba. Por supuesto, son
los estudiantes de las diversas carreras que oferta
la universidad quienes siempre constituyen el mayor
grupo de participantes. Los compañeros docentes
apoyan y amenizan desde su saber las diversas
sesiones. No se imparte el conocimiento desde la
verticalidad. Se trata más bien de un ejercicio de
diálogo en donde se edica, se sugiere y, de ser
necesario, se corrige con fraternidad.
El aprendizaje basado en retos nos abre un
horizonte bastante diáfano. Nos pone frente a una
empresa. Solo se les indica a los estudiantes el
camino a seguir y se les sugiere cómo andarlo.
Surge en este espacio una ganancia bastante
signicativa y es que, a través de la magia de la
pregunta, el estudiante ha de pensar hasta dónde
cree que es capaz de llegar con su reto. No es un
producto académico más para entregar y socializar.
Es un ejercicio del pensamiento, en donde hay que
dejar todo. Cuando nos referimos a ello, aludimos,
precisamente, a un ejercicio concienzudo de la
autonomía. Así es. Generar sujetos con las actitudes
de trabajar rigurosamente en lo que les apasiona,
lo que los mueve.
El enfoque que guía la estrategia del Café literario
es el Aprendizaje basado en retos y modelo
praxeológico. El Aprendizaje basado en retos es
una metodología entendida como la posibilidad y “el
interés de los estudiantes por darle un signicado
práctico a la educación, mientras desarrollan
competencias clave como el trabajo colaborativo
y multidisciplinario, la toma de decisiones, la
comunicación avanzada, la ética y el liderazgo”
(Garza Sada, 2016, p. 7). Aprovecharnos de sus
intereses literarios y cotidianos, nos permite guiar los
procesos de escritura y de creación literaria hasta
ver materializado su producto nal. El asistente
dene el reto que quiere alcanzar (un poemario, un
cuento, una obra ilustrada etc.…) Esa es una de las
vitalidades. Hay cuestiones concertadas. Partimos
de preguntas orientadoras que nos permiten trazar
el camino durante las sesiones.
Este enfoque pedagógico nos permite un
planteamiento del reto del proyecto: “los
conocimientos y habilidades puestos en marcha
para solucionarlo tienen por objetivo el desarrollo
de competencias que evidencian el aprendizaje”
(Garza Sada, 2016, p .16). Así pues, la competencia
del lenguaje en el ámbito de la escritura, el habla, la
escucha y la lectura es recreada de manera estética
sin más pretensiones que el solo placer. Esta
iniciativa por retos constituye una serie de fases que
desde una mirada variada son ancladas al ámbito
praxeológico que propende por una mirada más
amplia y más aterrizada. Por supuesto, también
se relata cómo estamos trabajando actualmente la
contingencia sanitaria causada por el Covid 19 que,
de alguna manera, nos ha llevado a cambiar parte
de la metodología, pues, sin duda, la distancia,
la forma fraterna y cercana de la lectura en voz
alta pierde algo sustancial y, sin embargo, hemos
fortalecido los lazos de amistad y de generosidad
como un equipo de personas que comparten al
unísono de la literatura.
Los asistentes al Café Literario tienen la posibilidad
de ir asentando sus experiencias en un diario de
campo que les permite sistematizar el aprendizaje
de las sesiones. Les posibilita tener a mano ese
tópico generador de conocimiento a través de la
pregunta inicial. También, permite una diacronía con
relación al reto semanal en el que se debe esbozar
cómo se avanza. No es un formato más, es una
estrategia pedagógica que de alguna forma implica
el desarrollo de actividades que nos lleven a cumplir
el reto propuesto al iniciar las sesiones literarias.
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A continuación, nos proponemos describir cada
una de las fases del modelo praxeológico utilizadas
para el Café literario ancladas a la luz del enfoque
Aprendizaje Basado en Retos en su modalidad
presencial:
Ver. En esta etapa de la sesión surge un
instrumento de diagnóstico previo que nos
posibilita entender cómo llegan los estudiantes
a las sesiones. Esta información es registrada
en el diario de campo. Allí hacen explícitos sus
intereses por la literatura. Importante mencionar
que este momento nos permite comprender
el factor humano de las sensibilidades y las
emociones, entendiendo al sujeto asistente
como un todo.
Así pues, y en concordancia con lo planteado, el
Café se trabaja cada quince días al interior de la
biblioteca o en las zonas verdes de UNIMINUTO.
Se dispone de una mesa de trabajo y unas
temáticas escindidas por grupos. Se hace una
reexión literaria sobre la vida y la sociedad en
general, a la luz de algún texto literario, sea
poema, novela, ensayo o algún fragmento
de particular interés (la extensión no es, por
supuesto, una limitante). Como docentes,
recogemos los sentires de los estudiantes y
en un encuentro posterior los discutimos, con
el objetivo de proponer lecturas propicias para
el desarrollo de las actividades. Se proponen
dos preguntas bases y se les explica cómo se
fundamenta el reto. Cada uno de los integrantes
delimita el mismo y tiene la posibilidad hasta
dónde es capaz de llegar.
Juzgar. Esta categoría es interpretada
como un momento más activo en donde
los asistentes y los docentes interactúan en
un diálogo de reexiones. En ese orden, se
realiza una lectura en voz alta de algún texto
escrito que previamente ha sido trabajado por
algún asistente. A continuación, se hacen las
observaciones pertinentes al lector. En este
espacio se comparten las visiones de mundo
de todos, así como el amor por las letras y por
el arte. En el diario de campo los estudiantes
anotan las sugerencias dadas por gumentos
y se replantean los retos. Se esboza cómo va
el proyecto de creación en una primera fase y
se comparten las ideas de cómo se pretende
avanzar. Esta fase es vital para el mejoramiento
de las competencias del lenguaje, dado que
la interacción permite mejorar las habilidades
discursivas.
De igual manera, esta fase, que se fundamenta
en un diálogo crítico, permite a los asistentes
detenerse en aspectos muy singulares de las
lecturas, en donde se exploran puntos de vista
novedosos, perspectivas críticas del mundo
y formas de expresión. Se intenta promover
que en la creación se experimente con nuevas
palabras, guras literarias, que se juegue con las
perspectivas y así poner en tela de juicio, así sea
momentáneamente, las verdades universales,
los juicios acabados y las subjetividades
prediseñadas.
Actuar. Esta sesión es comprendida como
la puesta en escena de los conocimientos
adquiridos en espacios pedagógicos en
donde conuyen los saberes. En las diversas
oportunidades, hemos irrumpido los salones y
las bibliotecas junto con los estudiantes, con
quienes hacemos dramatizaciones cortas,
lecturas guiadas en voz alta, conversatorios
sobre la importancia del arte para la vida de
los sujetos. Este Ejercicio es invaluable, pues,
al escuchar los asistentes sobre nuestras
producciones estéticas y trabajo literario,
hemos captado más adeptos para las sesiones
del Café. Esta etapa es un laboratorio en donde
los asistentes con un trabajo adelantado dan
puntadas de lo que se viene haciendo. Las
lecturas de sus poemas. La presentación
de su material audiovisual es también usada
como material pedagógico. Nos encontramos
con presentaciones magistrales que también
conmueven.
Al coincidir con las edades de sus pares, los
asistentes al Café aportan una perspectiva
amplia de su realidad, pues expresan de lleno
las temáticas que les apasionan, los recursos
estilísticos a los que recurren y sus intereses
literarios. Esto se convierte en un insumo
importante para la labor docente, ya que
permite establecer vínculos más estrechos con
sus estudiantes y poder entrar en un diálogo
más abierto y sincero con ellos.
CUADERNO DE PEDAGOGÍA UNIVERSITARIA | VOL. 18 NÚMERO 36 | PP 104 - 114
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• La última instancia se denomina devolución
creativa que es vista como el momento en el
que se compilan las ideas de trabajo nal, en
donde también se compilan los textos y se
produce una “memoria”, a n de dar a conocer
la producción y el trabajo realizado en el
semestre. De manera transversal y simultánea,
la lectura de la producción de los asistentes es
acompañada por la guía de algunos autores
del gusto de todos para tener contacto con
los mejores estilos literarios del mundo. En
esa fase, el reto está listo. No importa si se
cumplió. Nos interesa ver con qué se llega a
esa presentación nal.
Así, pues, poemarios sobre el amor, sobre el
desamor, el conicto, la migración extranjera,
entre otros temas, nos dejan perplejos. Las
apuestas en el rap y la poesía reejan trabajos
intertextuales bastante estéticos y que
maniestan la función social y de compromiso
que este género promueve. Los estudiantes
también producen cuentos, narraciones y
ensayos que nos devuelven a las entrañas de lo
que somos. Es el caso de un ensayo publicado
por la estudiante Nahomy Guerrero (2020), en
la revista Sinestesia, titulado “La pobreza en
tiempos de capitalismo” o el cuento “El hombre
más feliz del mundo”, de Daniel Bravo (2021),
publicado en Cronopio literario, trabajos que
terminaron su proceso de corrección de estilo
en algunas de las sesiones de trabajo del Café
literario.
De Daniel Bravo, que es un estudiante con
discapacidad visual, también tenemos un
proyecto de novela, que nos lleva a pensar
junto con nuestros pares docentes que vale
la pena mantenernos en pie. Este es uno de
los productos nales que nos permiten seguir
adelante, trabajando con la comunidad, pues
una de las empresas del proyecto artístico es,
precisamente, lograr que nuestros asistentes
puedan dar a conocer sus trabajos a un público
cada vez más amplio.
Finalmente, en este pequeño aparte de la
propuesta metodológica, relatamos cómo
hemos trabajado en la actual contingencia
sanitaria. Las sesiones se desarrollan cada
quince días. Hacemos uso de la plataforma
Google Meets. El asunto se desarrolla más
a manera de tertulia. Los asistentes al igual
que en la presencialidad, tienen sus retos para
cuando nalice el semestre. Por supuesto que
nos encontramos con desventajas amplias. La
conexión a internet, los lazos de fraternidad
que trae consigo los encuentros presenciales
y la lectura en voz alta con la cadencia propia
que da la palabra.
Restructuración de la estrategia del Café
Literario en la modalidad virtual
Uno de los resultados que esbozamos en este
aparte y que nos ha parecido un verdadero
reto es la reestructuración del Café literario en
tiempos de crisis provocados por la pandemia.
¿Con qué podríamos encontrarnos, teniendo en
la cuenta de que las sesiones se desarrollarían
de manera virtual? El asunto de la distancia es
complejo para las actividades artísticas propias
de nuestra propuesta. Pudimos comprobar que el
ambiente en el que se desarrolla nuestro evento
no es el mismo: las fallas de conexión, los horarios
trocados, la desmotivación propia de estar en casa;
los dolores por las pérdidas de seres queridos.
Todas estas adversidades causaron que en el algún
momento del camino detuviéramos el espacio. No
obstante, con el paso de los días, el grupo se fue
restableciendo. Tanto docentes como estudiantes
caminaron al unísono y el reto planteado resurgió
rme y con más fuerza.
Al nalizar el semestre nos hallamos ante una
encrucijada, ¿Cómo hacer la presentación nal
teniendo presente que siempre durante los años
anteriores había sido de forma fraterna y presencial?
Pues bien, jugamos la presentación al destino y la
ganamos. Por medio de la plataforma Google Meets,
asistieron no solo los ponentes, sino sus familiares
y sus amigos cercanos. Los docentes estuvimos
allí dispuestos a escuchar y sorprendernos con los
alcances logrados aún en medio de la crisis.
¿Qué se presentó? Como hemos mencionado
con anterioridad, se puedo ver cómo a través de
cuadernillos se daba vida a la relación rap/poesía.
Murales hechos a mano, edicados con mensajes
hacia la literatura como bálsamo. Un proyecto de
novela que esperamos vea la luz el próximo año.
Pero no solo es vital aludir acá a lo tangible. Nos
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gusta narrar cómo hemos visto el progreso de
nuestros estudiantes con relación al desarrollo de
su competencia comunicativa. Pudimos ser testigos
de estudiantes que al iniciar los talleres mostraban
dicultad para expresarse de manera competente,
transformados en oradores que se manejaron
con un lenguaje claro y mucha propiedad. Hemos
notado cómo la escritura se ha mejorado, pues
dedicamos parte de las sesiones para provocar
reexiones hondas sobre el uso adecuado de la
palabra escrita.
Encontramos poetas ocultos. Personas que hacen
uso de las metáforas para crear increíbles versos.
En la exposición salieron a la luz textos de invaluable
valor literario que se encontraban escondidos
en los cajones de las casas de los estudiantes.
Los invitamos a explorar esas sensibilidades que
hallaban incrustadas en el papel. En denitiva,
este es un ejercicio que fomenta la humildad y la
humanidad de todos los que participaron en este
espacio.
Esta estrategia ha contribuido de manera sustancial
a emprender una lectura concienzuda que brinda
espacios de introspección y reexión entre los
asistentes. El diálogo se ha vuelto riguroso, pues
se empieza a gestar la necesidad de franquear los
límites del espacio de la biblioteca y de mostrar
aquellas inquietudes que han sido decantadas,
de ofrecer al mundo las ideas e imágenes que se
han gestado entre líneas y, por tanto, llegar a la
producción artística del grupo. Se han podido hallar,
en esta dinámica, algunos versos, algunas historias
y algunos escritos que dan luz al pensamiento de
los estudiantes y su forma de concebir el mundo,
que a lo largo del tiempo han empezado a adquirir
una voz propia.
Conclusiones
El proyecto del Café Literario está enmarcado en la
ética y la responsabilidad social, pues se centra en
la posibilidad de potenciar la de autoformación de
los participantes en el proyecto, de la mano de un
encuentro con la literatura. En este sentido, una de
las apuestas fundamentales de esta experiencia ha
sido la de constatar los diferentes vínculos que es
posible establecer entre la formación estética y el
plano de la edicación ética de los individuos. Todo
esto desde la reexión dialógica, el goce artístico y
la producción literaria.
Los estudiantes y los asistentes han cambiado, su
perspectiva de mundo se ha vuelto más amplia y las
anclas se han vuelto más ligeras en lo que respecta
al día a día. Muy seguramente, los estudiantes
que están dentro del Café son más humanos y
humildes, pues la lectura los ha acercado a nuevas
sensibilidades, ven las cosas que le pasan al otro,
se reconocen en aquello que planteaba Brecht
(1945) de mirarse hacia adentro para ver cómo se
encuentra la realidad y cómo se puede transformar
para hacer el bien. Esta estrategia ha mostrado
que, en UNIMINUTO, especícamente en el Centro
Regional Soacha, se pueden plantear tareas
humanísticas que impactan de manera esencial
la formación integral de nuestros estudiantes y
corroboran a la par con su desarrollo académico.
A veces el discurso dentro de la academia olvida
ciertos lazos sociales que también permiten el
conocimiento. El deber del intelectual estriba
precisamente en acercar al lenguaje y al conocimiento
a quienes están alejados del mismo. Esta práctica
pedagógica desmitica varios paradigmas que
promueven mayormente la ciencia y la tecnología
sobre los ejes literarios.
Esta vivencia nueva de la virtualidad del Café literario
nos permitirá compartir las experiencias con los
demás cursos de clase e invitar a los docentes
colegas y a los estudiantes a vincularse con esta
práctica de la cotidianidad edicada a través de un
lenguaje literario y poético que, además de otorgar
belleza, permite una mejor calidad de vida para
quienes pensamos una educación más humana.
Cuando la experiencia de la literatura logra
despertar inquietudes en los estudiantes, cuando
logra abrir perspectivas vitales de mundo, queda
en un segundo plano si los encuentros se hacen
presenciales o virtuales. Como nos ha mostrado
esta experiencia pedagógica, la literatura, como la
vida misma, se abre camino, un camino que no es
fácil de recorrer, pues la adversidad muestra rostros
muy diversos como la pandemia, la injusticia o la
crisis social que vive nuestro país. Pero, al mismo
tiempo, la puesta en marcha del Café literario nos
ha mostrado que la educación tiene sentido si logra
promover la creatividad y la perspectiva de un futuro
distinto.
En este contexto, la virtualidad ha sido de gran
ayuda, pues nos ha bridado las herramientas para
CUADERNO DE PEDAGOGÍA UNIVERSITARIA | VOL. 18 NÚMERO 36 | PP 104 - 114
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no dejar de encontrarnos y seguir compartiendo
ideas, opiniones y textos (propios o de otros
autores), en este escenario horizontal, libre y
democrático. Este soporte tecnológico ha permitido
que continúe el diálogo abierto en la presencialidad,
aunque limitado a las pantallas de computadores
o teléfonos móviles, pero también ha abierto la
posibilidad de entablar otras comunicaciones,
de incluir voces de otros lugares y de replicar la
experiencia.
Uno de los cambios y retos que ha tenido este
proyecto es la inclusión de la comunidad en algunas
sesiones del Café, que ha contado ya con la
participación de escritores locales, nacionales e
internacionales. Para estas nuevas condiciones
de la enseñanza y aprendizaje a distancia será
necesario seguir ajustando la experiencia a las
expectativas contextuales de los asistentes lo que
nos lleva a seguir trabajando por la continuidad del
espacio que ha sido conquistado, aunque siempre
se presenten reveses de distintas naturalezas, como
las experimentadas a lo largo de su existencia, pues,
como la llama de una vela, el riesgo de extinguirse
está siempre presente.
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