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Una descripción sobre los estilos de aprendizaje VAK de los
estudiantes de la Universidad Autónoma de Quintana Roo
_______________________________
A description study of the VAK learning styles of the
students of the Universidad Autónoma Quintana Roo
Recibido: 16 de abril de 2022 | Aprobado: 28 de mayo de 2022
Resumen
Se presentan los resultados de una encuesta sobre sus estilos de aprendizaje
a 1748 estudiantes universitarios de la generación 2020 de la Universidad
Autónoma de Quintana Roo bajo la prueba de visión, audición y kinestesia
(VAK). Los hallazgos de esta investigación cuantitativa, de tipo descriptiva por
encuesta en línea, indican promedios más o menos similares entre los tres
estilos de aprendizaje. Los resultados revelan que los estudiantes universitarios
son mayormente auditivos, seguidos de kinestésicos y, por último, visuales. Se
concluye que el profesorado debería estar apoyado por el departamento de
Innovación Didáctica de la universidad a quienes les corresponde identicar
los estilos de aprendizaje de los estudiantes que ingresan a las distintas
carreras, indicárselos a los secretarios técnicos de docencia, quienes reciben
los paquetes didácticos que el profesorado les entrega al inicio de cada
semestre para, paulatinamente, establecer una mejora continua del binomio
de enseñanza-aprendizaje en pro de la calidad educativa.
Palabras clave: Estilos de aprendizaje; VAK; Educación Superior.
___
* Doctora en Pedagogía. Profesora universitaria en el Departamento de Ciencias Político-Económicas en de la Universidad Autónoma de Quin-
tana Roo. Actualmente, realiza su sabático en el Departamento de Investigación Educativa en el CINVESTAV, México. Para contactar a la autora:
addrodri@uqroo.edu.mx
** Maestría en Educación UQRoo. Responsable del área de Evaluación y Capacitación Docente de la UQRoo, México. Para contactar al autor:
martin.sanchez@uqroo.edu.mx
*** Maestría en Educación UQRoo. Coordinadora Académica en la UNID Campus Chetumal, México.Profesora de la Universidad Interamericana para el
Desarrollo. UNID. Para contactar a la autora: constantino.ingrid@gmail.com
_____________________________
ISSN (en línea): 1814-4152 / Sitio web: http://cuaderno.pucmm.edu.do
CÓMO CITAR: Rodríguez Betanzos, A., Sánchez Islas, M. y Constantino Serrato, I. (2022). Una descripción sobre los estilos de aprendizaje VAK de los
estudiantes de la Universidad Autónoma de Quintana Roo. Cuaderno de Pedagogía Universitaria, 19 (38), 162-170
Dr.a Addy Rodríguez Betanzos*
Universidad Autónoma de
Quintana Roo, México
addrodri@uqroo.edu.mx
Martín Sánchez Islas**
Universidad Autónoma de
Quintana Roo, México
martin.sanchez@uqroo.edu.mx
Ingrid Constantino Serrato***
Universidad Interamericana
para el Desarrollo (UNID)
constantino.ingrid@gmail.com
CUADERNO DE PEDAGOGÍA UNIVERSITARIA | VOL. 19 NÚMERO 38 | PP 162 - 170
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Abstract
A descriptive study was realized by quantitative methodology with the purpose of identifying the visual,
auditive and kinesthetic style to 1748 university students’ generation 2020 at the State University of Quintana
Roo and the ndings of this research though a digital VAK test indicates similar averages between the three
learning styles of this university students, they are mostly auditive followed by kinesthetic and visual at same
level. The conclusions are teaching sta should be supported by the Department of Didactic Innovation of
the UAQRoo, who are responsible for identifying the learning styles of the students who are responsible for
identifying the learning styles of the students who enter at the dierent professional careers, indicating them
to the technical secretaries of teaching who receive the didactic packages that the teachers deliver them at
the beginning of each semester to gradually establish a continuous improvement of the teaching-learning
binomial in favor of educational quality.
Keywords: Learning styles; VAK; colleges.
Introducción
Entre los mayores problemas que enfrentan las
instituciones educativas en todos los niveles
de educación formal es mejorar el rendimiento
académico y evitar la deserción. Los expertos en
educación y diversos organismos internacionales
hacen tres recomendaciones al respecto: contar con
planes de estudio pertinentes y relevantes; contar
con profesores con suciente experiencia docente y
contar con programas de capacitación pedagógica
y didáctica que fortalezcan las habilidades de
enseñanza para mejorar las prácticas e integrar
métodos pedagógicos innovadores que se adapten
a las características de sus estudiantes. Todo esto
tiene un propósito evidente: una educación de
calidad centrada en el estudiante.
Como es ya conocido, Kolb (1981) identicó que el
aprendizaje ocurre a través de un proceso cíclico,
seguido de cuatro pasos: experiencia concreta,
observación reexiva, conceptualización abstracta
y experimentación activa. Este ciclo implica estilos
de aprendizaje distintos según cada niño, joven
o adulto, pero hay ciertas características que
agrupadas denen cierto estilo. Nada es tajante ni
exclusivo, es solo una caracterización que ayuda
a identicar cómo aprenden mejor o más fácil
según cada tipo de persona. Para conocer estas
características se han diseñado pruebas cuyo n es
identicar cómo aprenden las personas de acuerdo
con su estilo. Un ejemplo es la prueba diseñada
para identicar los estilos referidos a cómo los
estudiantes perciben la información.
Según Silva (2018), la VAK, por sus siglas para
estilo visual, auditivo y kinestésico, se conoce por
ser una prueba que identica cómo aprenden los
estudiantes de todas las edades a través de sus
canales sensoriales, deniendo un estilo dominante
o preferente. En teoría, los estilos se enfocan en los
procesos cognitivos que cada persona realiza para
conocer y comprenderse en su entorno o ambiente,
procurando asimilar, procesar, sistematizar y valorar
la información a la que tiene acceso mediante las
funciones mentales básicas.
Las investigaciones sobre los estilos de aprendizaje
se han desarrollado en diferentes niveles y aspectos
del proceso educativo. Se ha analizado el estilo
de aprendizaje como elemento distintivo entre
alumnos universitarios de diferentes titulaciones. Se
ha investigado como un elemento frecuente en los
estudios sobre el proceso educativo (Castaño, 2004)
y, en particular, en lo que respecta al rendimiento
académico (Camarero et al., 2000). Por último, se
ha investigado la relación con variables personales
del estudiante tales como el sexo, la edad y/o las
diferencias culturales.
Conocer sobre el tema de los estilos de aprendizaje
y sus benecios se ha trabajado desde hace mucho
tiempo. Por ejemplo, las investigaciones de Willis y
Hudson (1999) concluyen que el estudiante debe
aprender acerca de sus puntos fuertes y débiles;
debe denir sus objetivos personales para el futuro;
debe practicar destrezas más complejas que le
ayuden a conseguir sus nes y debe asumir una
responsabilidad para sus elecciones que lo ayuden
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en su trayectoria hacia ser un adulto responsable y
productivo. A su vez, las ideas de Willis y Hudson
coinciden con las de Felder y Silverman (1988)
respecto a capacitar a los estudiantes de acuerdo
con sus estilos de aprendizaje. Por lo que se
deben impartir los cursos y las clases empleando
estrategias didácticas que fortalezcan dichos estilos
de aprendizaje; o lo que es lo mismo, implementar
estrategias que favorezcan a varios estilos para que
todos los estudiantes puedan sentirse identicados
de acuerdo con su manera de aprender. Cabe
recalcar que todos sugieren que se intercale la
aplicación de estrategias didácticas para un estilo
de aprendizaje u otro.
Estudios recientes como el de Bulla y de Lima
(2020) señalan que un factor clave para el
éxito académico es que tanto estudiantes
como docentes comprendan las diferencias y
preferencias individuales de aprendizaje. Y, por
supuesto, dentro de estas se encuentran sus
estilos de aprendizaje, por tanto, lo mejor es que
las instituciones educativas presten mayor atención
a este aspecto indispensable. Sin lugar a dudas,
es recomendable que los docentes programen e
impartan sus clases tomando en consideración los
canales visual, auditivo y kinestésico (VAK) para un
mejor aprendizaje.
Ante lo anterior, para esta investigación cuantitativa
descriptiva se aplicó la prueba VAK a la totalidad
de estudiantes de nuevo ingreso de la Universidad
Autónoma de Quintana Roo, del semestre Otoño
2020 durante los primeros días del Programa de
Introducción a la Universidad. A continuación, se
presenta, por un lado, la revisión de literatura y, por
el otro, los resultados obtenidos de la prueba VAK.
Revisión de Literatura
Los estilos de aprendizaje se denen como las
preferencias individuales y diferencias a la hora
de aprender (Guanlancañay-Tomalá, citando
a Özyurt et al., 2013). Por su parte, Fan et al.
(2015) los denen como la manera en que los
estudiantes se acercan al proceso de su propio
aprendizaje. Camacho Rodríguez et al. (2016)
ponen el énfasis en la variedad de estrategias,
métodos y habilidades que un estudiante utiliza para
aprender y asimilar la información. Por otro lado,
Sarmiento Bojórquez et al. (2017) enfoca los estilos
en componentes cognitivos y afectivos, es decir,
cómo las personas piensan, sienten, aprenden y
se comportan de manera diferente y, por supuesto,
cada estilo representa las diferencias que deben
ser consideradas en el momento de plantear
estrategias de enseñanza con el n de lograr un
mejor rendimiento académico. En suma, los estilos
de aprendizaje se reeren a las características
innatas que tiene cada estudiante para aprender
y asimilar la información de su entorno a través de
los sentidos motivados.
Este tema se ha trabajado ampliamente por lo
benecioso que resulta incluir estrategias variadas
para beneciar a todos los estudiantes de acuerdo
a los distintos estilos. De esta manera, Maureira y
Flores (2016) se ocuparon de hacer una revisión
de la literatura que abarca del 2000 a 2015 de
estudios sobre estilos de aprendizaje en estudiantes
de educación y encontraron más de 1,750 artículos
que han trabajado el tema. Estos investigadores
concluyen que el instrumento más utilizado en estas
investigaciones es el CHAEA, seguido por la prueba
VAK, el Inventario de Estilos de Aprendizaje de Kolb
y el Index of Learning Style de Felder-Silverman
(1988).
Como vemos, el interés por los estilos de
aprendizaje inició hace poco más de tres décadas
con una gran diversicación de teorías que tratan
de explicar cómo el sujeto adquiere y procesa la
información, o lo que es lo mismo, cómo aprende.
Pero, lo importante no solo es conocer los estilos
y diferencias de aprendizaje entre los alumnos,
sino que este conocimiento debe servir para
implementar estrategias y actividades de acuerdo
con las necesidades de estos estudiantes. Por esto,
Witham et al. (2008) recalcan que es necesario
conocer a los estudiantes y empoderarlos para
que comprendan sus procesos y estrategias de
aprendizaje. Sin embargo, lo común es que el
profesor tienda a enseñar como aprende (Martínez,
2007).
Aguilar (2010), en un sentido más amplio, menciona
que el constructo estilo de aprendizaje deriva de
la palabra Estilo, como una manera de hacer,
como un conjunto de rasgos que caracterizan los
modos de aprender de las personas. Se reere a las
características del aprendiz y la forma consecuente
de abordar, organizar y procesar la información.
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Dependiendo de cómo se dena el aprendizaje y
los procesos implicados en él, variará la denición
de este constructo. Al conocer estos aspectos, los
docentes universitarios pueden diseñar estrategias
para mejorar el proceso de aprendizaje.
Lo más común es que, a la hora de enseñar, por
lo general, los docentes se dividen en dos tipos:
los que utilizan un modelo de enseñanza de tipo
expositivo para la trasmisión de información y los
que utilizan un modelo de enseñanza interactivo
centrado en el aprendizaje (Aguilera, 2012). Sin
embargo, el reto actual de los docentes debe
iniciar con el reconocimiento de las características
innatas que tiene cada uno de sus estudiantes
para aprender y asimilar información de su entorno;
también debe saber que todos los estudiantes
pueden aprender fácilmente cuando ellos mismos
reconocen sus estilos de aprendizaje, aunque el n
del docente es diseñar e implementar actividades
pedagógicas acorde a estas características. Esto
se convertiría en sí mismo en una actividad de
innovación didáctica.
No cabe duda que cada estudiante tiene un estilo
de aprendizaje particular o su propia combinación
de estilos. A pesar de ello, Bester y Noke (2016)
señalan que los estilos de aprendizaje preferidos
de los profesores no necesariamente corresponden
con los estilos de aprendizaje de sus estudiantes.
Así las cosas, el profesor que desee un aprendizaje
más acorde a las necesidades y, por tanto, más
signicativo, debería iniciar el proceso pedagógico
identicando los estilos de aprendizaje de sus
estudiantes. En ese sentido, el profesor que se
dedica a conocer los estilos de aprendizaje de
sus estudiantes estará innovando en su práctica
pedagógica (Ros Martínez et al., 2017; Evergreen
et al., 2018)
La teoría de los estilos de aprendizaje también se
relaciona con el rendimiento académico, ya que
se parte de la concepción de que el conocimiento
sobre los estilos de aprendizaje promueve el
desarrollo de las habilidades y destrezas (Gallegos
et al., 2017). Sin embargo, el estudio de Fan et al.
(2015) concluye que los estudiantes con diferentes
estilos de aprendizaje revelaron diferencias notables
en el logro de aprendizaje, pero no diferencias
notables con el aprendizaje signicativo.
Con todo, es recomendable conocer los estilos
para comprender los procesos y preferencias de
aprendizaje de los estudiantes, de esta manera, los
profesores pueden implementar las estrategias de
enseñanza adecuadas. Esto se complementa con lo
expresado por Martínez (2007), quien arma que los
docentes deben conocer las características de cada
estudiante para atender sus diferentes necesidades
de aprendizaje. Özyurt et al. (2013) agregan además
que los estudiantes con dicultades académicas
aprenden mejor cuando el docente conoce sus
estilos de aprendizaje y diseña ambientes acordes a
estos. Todos los autores resaltan lo imprescindible
que resulta para el profesorado conocer los estilos
de aprendizaje de sus alumnos con el n de mejorar
el aprovechamiento en el aula.
Como antes dijimos, una de las pruebas más
utilizadas para conocer los estilos es el cuestionario
CHAEA, instrumento proveniente de las
investigaciones de Honey y Alonso que se enfoca
en “cómo las personas dieren en la forma en que
inician, investigan, absorben, sintetizan y evalúan
diferentes inuencias educativas en su entorno
e integran sus experiencias y la velocidad de
aprendizaje…”. Su modelo contiene 80 preguntas
que ayudan a identicar a los alumnos activos,
reexivos, teóricos y pragmáticos. (Alonso et al.,
2007, p. 47). Empero, como indica Ros Martínez
(2017), para el diagnóstico de los estilos de
aprendizaje también debería tomarse en cuenta
una gran variedad de aspectos básicos que deben
entrar en juego de acuerdo al nuevo paradigma
educativo: la planicación del aprendizaje, la
atención a la participación social, el desarrollo
de las competencias básicas, el cambio del rol
del profesor y el alumno, los nuevos entornos de
aprendizaje y el uso de las TIC, entre otros.
El instrumento CHAEA se fundamenta en la
teoría de Kolb (1981). Como es sabido, Kolb
(1981) plantea que los sujetos pueden aprender
por: experiencias (estilo activo); por convertir en
oportunidades de aprendizaje lo que analizan (estilo
reexivo); los que pueden llegar a conclusiones
(estilo teórico) o mediante la implantación de una
idea (estilo pragmático). La hipótesis de Kolb indica
que mientras más estilos de aprendizaje conoce y
domina el sujeto, mayor es también el aprendizaje
que puede lograr. En concreto, el autor señalaba
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que, si el alumno solamente maneja un estilo de
aprendizaje, el aprendizaje retenido se sitúa en torno
al 20%, mientras que si el proceso de aprendizaje
contempla actividades que benecien los cuatro
estilos, ese porcentaje se eleva hasta el 90%.
Evidentemente, como lo declaran Honey y Munford
(1986), lo ideal sería que todo el mundo fuese capaz
de experimentar, reexionar, elaborar hipótesis y
aplicarlas, es decir, que todos los estilos del ciclo
de aprendizaje estuvieran repartidos de forma
equilibrada y con cierta intensidad. Sin embargo,
los individuos demuestran capacidades desiguales
ante el ciclo de aprendizaje y, por ende, se tiende
más a desarrollar unos estilos que otros. Por lo
cual, los estudiantes aprenderían mejor si se les
proporciona situaciones de aprendizaje conforme
a su estilo de aprendizaje preferente o cuando se
combinan varios estilos de manera complementaria.
La investigación de estos estilos, así como las
propuestas de estrategias, le corresponden a la
dirección, en particular, a las áreas de innovación
didáctica y a la curricular. Así lo demuestran en
su investigación Oviedo y Almendrales (2018)
quienes a través de dos pruebas (VARK y CHAEA)
han empleado minería de datos para encuestar a
1660 estudiantes universitarios de una institución
educativa ocial cuyo fracaso escolar estaba
determinado por un 14,5%, sobre el total de los
estudiantes y uno de los puntos críticos causante
del fracaso escolar era el desconocimiento por
parte de los docentes de los estilos de aprendizajes
empleados por los estudiantes, lo que ocasionaba
la implementación de estrategias de enseñanza
inapropiadas y conducía a una sucesión de
consecuencias como la apatía y falta de interés
por parte del estudiantado. Como resultado de
este estudio, la gestión directiva generó un plan
de apoyo luego de haber identicado los factores
que afectaban el aprendizaje.
Luego de conocer esta concisa revisión de la
literatura sobre los estilos de aprendizaje, este
estudio presenta el caso de la aplicación de la prueba
VAK (modelo enfocado en la percepción visual,
auditiva y kinestésica) por el área administrativa
de la Universidad Autónoma de Quintana Roo,
en México, y, a continuación, conoceremos los
resultados obtenidos en este estudio empírico.
Método
El objetivo que guio esta investigación consistió en
identicar el estilo de aprendizaje predominante de
la totalidad de estudiantes de nuevo ingreso a las
carreras de la Universidad Autónoma de Quintana
Roo a nivel de licenciatura e ingeniería. La pregunta
surgió por parte del área académica-administrativa
para conocer cómo aprenden los alumnos de nuevo
ingreso. Las variables son: el estilo de aprendizaje,
campus académico, división académica y programa
educativo al que estaban inscritos.
El diseño mantuvo un enfoque cuantitativo de tipo
descriptivo, ya que se pretendía conocer los estilos
de aprendizaje de los estudiantes universitarios
de nuevo ingreso. De acuerdo con Hernández
et al. (2010), los estudios descriptivos recogen
información sobre las características del objeto de
estudio y se someten a análisis.
El instrumento fue aplicado a la totalidad del
alumnado de nuevo ingreso, 1758 alumnos entre
18 a 20 años de edad, que ingresaron en otoño de
2020 a las áreas de Ciencias de la Salud, Ingenierías,
Ciencias Sociales, Económica-Administrativas,
Humanidades y Ciencias Políticas en el primer nivel
universitario para cursar la licenciatura o ingeniería.
Cabe decir que, si bien respondieron todos, se
tuvieron que anular diez cuestionarios que estaban
incompletos por lo que únicamente se consideraron
a 1748 estudiantes. Para la recolección de los
datos se aplicó el cuestionario VAK, instrumento
ya validado desde 1988 por Richard Bandler y
John Grinder.
Con la base de datos ocial de la institución
universitaria, se identicó a la totalidad del
estudiantado de nuevo ingreso en 2020 a las
distintas licenciaturas e ingenierías que se ofrecen
en ella. Se aplicó en el programa de introducción
a la universidad, el cual tiene una duración de dos
semanas previas al inicio ocial de clases y en la
primera semana, ya que se contaban con el número
de los estudiantes y correo electrónico institucional,
se les hizo llegar una carta con un enlace para
invitarlos a participar. Todos los estudiantes de
nuevo ingreso de las cuatro unidades ubicadas en
Cancún, Cozumel, Playa del Carmen y Chetumal de
la Universidad de Quintana Roo lograron participar
contestando dicha encuesta.
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Los datos obtenidos del cuestionario se procesaron
en el programa Microsoft Excel mediante el análisis
de frecuencias absolutas. Los datos se dividieron
por unidad y por carrera.
Resultados
A continuación, se presentan los resultados del
estudio. Primero, se analiza la tabla general de
resultados con el estilo de aprendizaje predominante.
Después, se discuten los resultados por cada
unidad académica.
Se aplicó el cuestionario a un total de 1748
estudiantes de las 4 unidades académicas. En la
Tabla 1 se muestra el porcentaje de estudiantes por
unidad académica que respondieron el cuestionario:
Tabla 1.
Porcentaje de participación por unidad académica
Chetumal Cancún Cozumel Playa Total
Número de
alumnos 812 508 220 208 1748
Porcentaje 46% 29% 13% 12% 100%
De la tabla anterior es importante destacar que se
tuvo una mayor participación de los estudiantes de
la unidad académica de Chetumal. A continuación,
en la Tabla 2 se presentan los resultados generales
según el estilo de aprendizaje de los alumnos
encuestados.
Tabla 2.
Resultados generales por estilo de aprendizaje
Visual Auditivo Kinestésico Total
Promedio 520.8 623.325 603.875 1748
Porcentaje 30% 36% 35% 100%
Como se observa en la Tabla 2, los estilos auditivo
y kinestésico son los que predominan entre los
estudiantes encuestados. Tal como dene Keefe
(1988), los estilos de aprendizaje son aquellos rasgos
que indican cómo un estudiante percibe y relaciona
la información con su ambiente de aprendizaje, esta
información la recibe a través de diferentes canales
de percepción. Por lo que es importante conocer
cuál es el canal principal por el que un alumno está
asimilando la información. El análisis de resultados
de este estudio se enfocó en explorar el canal de
percepción dominante de los estudiantes. Se puede
observar en la tabla que los participantes perciben
la información preferentemente a través de su canal
auditivo; es decir, aprenden mejor cuando reciben
explicaciones orales y cuando pueden explicar
oralmente la información recibida.
En la Tabla 3 se muestran los resultados por cada
unidad académica y, en congruencia con los
resultados generales, se observa una tendencia
hacia el canal auditivo en tres de las cuatro unidades
académicas.
Tabla 3.
Resultados por unidad académica
Visual Auditivo Kinestésico
Chetumal 30% 36% 34%
Cancún 30% 36% 34%
Cozumel 28% 35% 36%
Playa 31% 35% 34%
En la unidad académica de Chetumal, de los 812
estudiantes que respondieron el cuestionario,
el 36% utiliza el canal auditivo para asimilar la
información del medio. Estos mismos resultados
ocurren con los alumnos de la unidad académica
de Cancún y un 35% con la de Playa del Carmen.
En el caso de Cozumel, el canal de percepción
predominante es el kinestésico, con un 36% de
los 220 encuestados. Eso indica que los alumnos
de esta unidad académica aprenden mediante
sensaciones y movimientos.
Como señalan los resultados obtenidos por
Rodríguez Betanzos et al. (2020), es fundamental
que los docentes conozcan las características y
necesidades de cada estudiante, en especial sus
estilos diversos. Juárez et al. (2012) indican que para
perfeccionar el proceso de enseñanza-aprendizaje
es imprescindible conocer estos diferentes niveles
educativos por los que transitan los estudiantes.
Finalmente, contrario a lo esperado, se observa que
el canal perceptivo con menor preferencia entre los
alumnos de las cuatro unidades académicas es el
visual. Lo cual nos lleva a reexionar qué signicado
tiene toda esta información obtenida.
Conclusiones
En la era digital, donde la información se comparte
principalmente mediante imágenes o videos,
se esperaba que los alumnos de la universidad
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mostraran una tendencia hacia un estilo de
aprendizaje visual debido al impacto que tienen
los medios digitales en su generación. Sin embargo,
los resultados recopilados revelan que los alumnos
de Chetumal, Cancún y Playa del Carmen perciben
mejor la información cuando se les proporciona a
través estrategias que favorecen la distribución de la
información mediante diferentes canales auditivos.
Para el caso de Cozumel, el profesorado debe
aplicar estrategias que propicien el movimiento
y les brinden mayor tiempo de asimilación a los
estudiantes para que estos logren un aprendizaje
más profundo.
Los resultados indican que, sin lugar a dudas, los
estudiantes son muy capaces y su potencial de
aprendizaje es ilimitado; sin embargo, existen claras
diferencias de estilo. Lo positivo es que en la mayor
parte de los estudiantes no habría dicultades
de aprendizaje en cualquier contenido temático
si se les enseñase según sus propios estilos de
aprendizaje.
Ante las exigencias actuales de mantener acreditadas
los carreras profesionales de nivel licenciatura e
ingeniería, mantener debidamente actualizado
un currículo pertinente, internacionalizado,
prospectivo y sostenible, así como contar con
una planta académica debidamente habilitada
con los estándares nacionales e internacionales
y una institución con los estándares de calidad
ISO o Clase Mundial, queda claro el compromiso
de que el estudiante no solo es el centro de las
recomendaciones por parte de los organismos
internacionales, sino que su rendimiento académico
es la razón de ser de las instituciones educativas.
Este rendimiento está fuertemente ligado a la
identicación de los estilos de aprendizaje.
El VAK es el modelo más sencillo para empezar
de manera exploratoria a identicar los estilos de
aprendizaje visual, auditivo y/o kinestésico de los
estudiantes. ¿Qué mejor que desde el principio
para conocer su manera de percibir el mundo
y aprehender los contenidos propios de sus
disciplinas? Es precisamente con los estudiantes
de nuevo ingreso que debe hacerse este tipo de
investigación, ya que los estudiantes se encuentran
participando en el Programa de Introducción a
la Universidad e inician una nueva etapa de vida
académica que los preparará hacia su futuro
profesional en un mundo laboral cada vez más
estrecho de oportunidades y de competencias
profesionales más globales, internacionales y
sostenibles.
Queda más que demostrado que sí es conveniente
y útil que el profesorado universitario tenga esta
información previa de sus estudiantes con el
propósito de que empiece a reconocerlos, a
establecer estrategias con base en estos tres
estilos y en el aula de manera presencial, virtual
o híbrida pueda utilizar materiales didácticos e
instruccionales acordes a estos estilos. Su interés
y compromiso docente redundará en buenas
prácticas de enseñanza y generará la base para
identicar a largo plazo no solo innovaciones
pedagógicas, sino asegurar mejores indicadores
de eciencia terminal y mejor rendimiento, y, a su
vez, menos deserción.
Este tipo de investigaciones, al igual que los
estudios sobre motivación son muy frecuentes,
pero pocos atendidos y considerados por el
profesorado universitario que muchas veces
cree que no son útiles al momento de diseñar,
actualizar e implementar su enseñanza que se basa
generalmente en sus conocimientos disciplinares y
la poca o mucha experiencia adquirida a lo largo de
su práctica docente o su propio estilo de aprendizaje
cuando estudió, pero pocas veces se dedica a
estudiar y considerar este tipo de investigaciones.
De ahí que es más que recomendable que la propia
institución universitaria, en este caso la institución
universitaria que cuenta con un departamento
de Innovación Educativa, se coordine con las
Secretarías Técnicas de Docencia de cada
División/Facultad -mismas que reciben, revisan
y dan su visto bueno- a los paquetes didácticos
que el profesorado entrega antes de iniciar el
semestre académico, los cuales contienen la
propuesta didáctica de enseñanza-aprendizaje
para determinada asignatura.
Toda la revisión de la literatura indica que los
resultados del Test VAK se constituyen en
importantes fuentes de reconocimiento, muy útiles a
un profesorado interesado en desarrollar sus clases
con base en los tres estilos no solo para potenciar
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el conocimiento del alumnado, sino para enriquecer
sus clases, diversicar sus estrategias didácticas,
motivar extrínsecamente a sus alumnos y evitar el
fracaso académico de los mismos.
A estas alturas, después de tantos años de
investigaciones sobre la mejor manera de aprender
y de enseñar, está más que dicho que las formas
tradicionales, repetitivas y un tanto aburridas deben
obedecer a un nuevo paradigma de aprendizaje
activo centrado en el estudiante. Esto incluye
reconocer los estilos de aprendizaje, de parte de
los docentes, pero también es necesario que los
estudiantes identiquen sus preferencias a la hora
de aprender. De lo contrario, se pierden aspectos
didácticos de suma importancia en el ciclo educativo
del binomio enseñanza-aprendizaje.
Institucionalmente, los resultados obtenidos por
el área administrativa al aplicar este test pueden
resultar muy útiles para las divisiones académicas
al momento que sus profesores preparan sus
cursos y elaboran sus paquetes didácticos que
son entregados y revisados por los secretarios
técnicos de docencia antes de que inicie cada
ciclo académico. Sin embargo, no siempre se le
da el mejor uso a este tipo de información. Lo que
deja en claro que las diferentes áreas universitarias
deben aprovechar las investigaciones educativas y
vincularse con los especialistas del tema. Por último,
es recomendable combinar otros cuestionarios
de estilos de aprendizaje para que la información
arrojada sea un resultado que permita conocer,
comprender y proponer mejores estrategias de
enseñanza, diseño de material docente y propuestas
de evaluación.
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