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Entrevista al
Dr. P. Secilio Espinal Espinal
Rector de la Pontificia Universidad Católica
Madre y Maestra
El Dr. P. Secilio Espinal anhela tener el pensamiento de un sabio,
pero expresarse de forma sencilla (como propone Aristóteles)
con el n de estimular a todo el gran equipo PUCMM para que
continúe su meta de ofrecer una educación de calidad impregnada
por el humanismo cristiano. De esta manera, nos ofrece sus
pensamientos sobre la misión de garantizar la presencia cristiana
en el mundo universitario.
1. - ¿Cuál es su misión como maestro y gestor
de la universidad?
Asumo con pasión este proyecto que Dios ha puesto
en mis manos, con un deseo genuino de avanzar
y superar cada reto, tal y como he asumido esta
carrera que se llama vida.
Me propongo seguir la antorcha de todos aquellos
que han contribuido para que esta comunidad
académica siga aportando al desarrollo de la
dignidad humana y a la herencia cultural mediante
la enseñanza, la investigación y los tantos servicios
que nos acercan a las distintas comunidades.
Estoy claro que nuestra misión como universidad
católica no es llenar vasijas, sino encender el fuego
en nuestros jóvenes para que enfrenten los grandes
desafíos de la sociedad y la cultura. Para eso, todos
en la institución debemos mantenernos motivados
e identicados con el n de garantizar la presencia
cristiana en el mundo universitario.
“[…] la única manera de hacerlo es por contacto,
es decir, a través del testimonio personal y
comunitario. Este contacto se realiza mediante
el encuentro, estando uno al lado del otro y
haciendo algo juntos”. Papa Francisco
2. -
Según su parecer, de los actores educativos
¿cuáles tienen mayor prioridad para que se
logre un ambiente propicio para el aprendizaje
y la calidad educativa?
Los estudiantes son y seguirán siendo el centro de la
gestión universitaria. Para ello, debemos ofrecerles
un trato preferencial, que perciban este espacio
como un ambiente amigable e inclusivo, en donde
avanzan en su desarrollo académico y humano y
se sientan tan bien, que quieran permanecer y aún
traer a sus amigos.
En cuanto a los docentes y toda la gran familia
que conforma la PUCMM, es necesario que
mantengamos un sentido de identicación y
pertenencia institucional, pues lo que no se ama,
no se asume. No se trata de sentir únicamente
que pertenecemos a la institución, sino también
que la institución nos pertenece. Quien se siente
motivado, motiva a otros, quien se siente amado,
ama. Por el contrario, el disgustado, disgusta, el
herido, hiere, el amargado, amarga. Por tanto,
debemos trabajar con tesón para mantener un
sentido de unidad y un diálogo permanente en el
que todos puedan expresar con sinceridad cómo
podemos contribuir a mejorar nuestra universidad
y, además, distinguirnos por un trato amigable para
estimularnos unos a otros a mantener una actitud
proactiva y no reactiva.
En este sentido, debemos trabajar en equipo
no importa el rol que desempeñemos. Es decir,
debemos promover una relación estrecha y de
conanza entre los docentes y su director; entre los
directores y su decano y, a su vez, con todas las
autoridades, quienes se constituyen en compañeros
de misión. Todos somos responsables de todo y de
todos, somos guardas de nuestros compañeros.
De acuerdo con el gran Henry Ford: “Llegar juntos
es el principio. Mantenernos juntos es el progreso.
Trabajar juntos es el éxito”. Este será un rme
propósito, caminar y trabajar juntos para hacer
realidad nuestra misión institucional.
Pasos y huellas