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Relación entre la inteligencia emocional y el afrontamiento del
estrés en docentes
Relationship Between Emotional Intelligence and Coping with
Stress in Teachers
Hirrael Santana1
Instituto Superior de Formación Docente Salome Ureña (ISFODOSU)
Águeda Peña Solí2
Instituto Superior de Formación Docente Salome Ureña (ISFODOSU)
Recibido: 7 de marzo de 2024 | Revisado: 18 de marzo de 2024 | Aprobado: 16 de mayo de 2024
Resumen
Este estudio cuantitativo correlacional se enfocó en identicar los niveles de estrés en cuanto a
su vinculación con la inteligencia emocional (IE) y las estrategias de afrontamiento. En el marco de
una metodología cuantitativa, se aplicó la Escala de Estrés Docente (escala ED-6), el Inventario de
Estrategias de Afrontamiento del Estrés y el Trait Meta Mood Scale (TMMS-24), con una muestra
de 194 docentes seleccionada por conveniencia. Los resultados muestran que más del 60 %
de los participantes presentaron niveles entre muy bajo y normal, mientras que el 20 % enfrenta
niveles de estrés altos o muy altos. Se halló una relación positiva débil entre estrés y estrategias
como “resolución de problemas,” “expresión emocional,” y “apoyo social”. Esto sugiere que,
cuando aumenta el estrés, los docentes tienden a recurrir más a estas estrategias. Por otro lado,
se observaron correlaciones negativas signicativas entre el estrés y estrategias como “autocrítica”
y “retirada social”, lo que indica que, al aumentar el estrés, la utilización de estas estrategias tiende
a disminuir. Los resultados expuestos resaltan la importancia de abordar integralmente el estrés
docente, implementando programas de apoyo para mejorar el manejo emocional y, en última
instancia, optimizar el proceso educativo.
Palabras clave: inteligencia emocional, estrés, burnout, docencia, gestión emocional.
_____________________________
1 Magíster en Educación con Especialidad en Investigación y Evaluación Educativa, docente a tiempo completo en el recinto
Juan Vicente Moscoso del Instituto de Formación Docente Salomé Ureña, ISFODOSU. hirrael.santana@isfodosu.edu.do
2 Doctora en Educación por Nova Southeastern University, Coordinadora del área de Pedagogía en el
recinto Juan Vicente Moscoso del Instituto de Formación Docente Salomé Ureña, ISFODOSU. Para contactar a la autora:
agueda.pena@isfodosu.edu.do
_____________________________
ISSN (en línea): 1814-4152 / Sitio web: http://cuaderno.pucmm.edu.do
CÓMO CITAR: Santana, H. y Peña, Á. (2024). Relación entre la inteligencia emocional y el afrontamiento del estrés en docentes de
primaria. Cuaderno de Pedagogía Universitaria, 21(42), 104-123.
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Abstract
This quantitative correlational study focused on identifying stress levels and their relationship with emotional
intelligence (EI) and coping strategies. Within a quantitative methodology framework, the Teacher Stress
Scale (ED-6 scale), the Stress Coping Inventory, and the Trait Meta Mood Scale (TMMS-24) were employed.
The sample of 194 teachers was conventionally selected for convenience. The results show that more than
60% of participants exhibited levels ranging from very low to normal, while 20% faced high or very high levels
of stress. A weak positive relationship was found between stress and strategies such as “problem-solving,”
“emotional expression,” and “social support,” suggesting that as stress increases, teachers tend to rely
more on these strategies. Conversely, signicant negative correlations were observed between stress and
strategies such as “self-criticism” and “social withdrawal,” indicating that as stress increases, the utilization
of these strategies tends to decrease. These ndings highlight the importance of comprehensively address-
ing teacher stress by implementing support programs to improve emotional management and ultimately
enhance the educational process.
Keywords: emotional intelligence, stress, burnout, teaching profession, emotional management.
Introducción
El rol de los maestros comprende una de las funciones de mayor impacto para el avance de la
sociedad, debido a la gran inuencia de estos en el desarrollo de las dimensiones del ser humano
y su trascendencia para el avance de las políticas educativas (Cardozo, 2016). Sin embargo, este
gran compromiso de los docentes viene acompañado de una gran responsabilidad que los ubica en
situaciones de mucho trabajo, lo que en ciertas ocasiones afecta su estado físico, mental y emocional.
La docencia es una de las carreras con alto riesgo de estrés laboral, al verse obligados los profesores
muchas veces a la realización en forma simultánea de múltiples tareas que requieren de arduo
trabajo. Por ejemplo, organizar las clases, elaborar materiales de apoyo, planicar, evaluar, corregir
trabajos, enviar comunicaciones a padres, participar de jornadas de capacitación, ser evaluados
y atender las diferencias individuales de los estudiantes, lo que lleva a un desgaste emocional y
físico para el profesor (Alvarado, 2020). De acuerdo con Extremera et al. (2010), los docentes que
experimentan altos niveles de estrés se enfrentan a un panorama preocupante, ya que esto no solo
afecta su salud mental y emocional, sino que también puede manifestarse en repercusiones físicas y
sociales. En otras palabras, el estrés crónico en los docentes se convierte en un riesgo multifacético
para su bienestar integral.
Veras (2020) indicó que, en la República Dominicana, la salud mental del docente ha recibido muy
poca atención; muchas de las investigaciones se han centrado más bien en los estudiantes. De todos
modos, se tienen datos de que el estrés, la ansiedad y la depresión se sitúan entre los primeros
lugares en la lista de afecciones causantes de bajas laborales entre los docentes en República
Dominicana. Además, el 36 % de las jubilaciones por enfermedades a maestros guardan relación
con la salud mental (Said, 2013).
Si el maestro se encuentra en un ambiente estresante, la ecacia de su trabajo puede disminuir
y reejarse negativamente en su relación con el estudiante (Alvites-Huamaní, 2019). Incluso, un
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alto nivel de estrés puede desencadenar en síndrome de burnout (Garrick et al., 2014) e incidir en
el desempeño laboral. Por tal razón, es importante que los docentes desarrollen estrategias de
afrontamiento del estrés para manejar las situaciones estresantes que conlleva la labor pedagógica.
De acuerdo con Lazarus y Folkman (1986), “el afrontamiento hace referencia a los esfuerzos
cognitivos y conductuales que realiza el sujeto para la resolución de demandas internas o externas
que ponen en peligro su bienestar físico y emocional” (p. 141). Por ello, para que el docente pueda
desarrollar de manera efectiva estas estrategias, es necesario fortalecer su capacidad de gestionar
las emociones propias. En relación con esto, Mérida-López y Extremera (2017) señalaron que los
docentes con un alto nivel de inteligencia emocional (IE) manejan mejor las tareas estresantes en el
aula, adoptan enfoques de pensamiento más positivos para gestionar el estrés y son más hábiles
en identicar y corregir evaluaciones incorrectas.
Los estudios de Cháidez y Barraza (2018), así como los de Contreras y Barraza (2016), reportaron
que los docentes tienden a utilizar estrategias de afrontamiento del estrés como la resolución de
problemas, el pensamiento desiderativo y el apoyo social. En otro estudio realizado por Paquette y
Rieg (2016), se reportó que los mecanismos de afrontamiento que utilizaban los docentes estaban
vinculados con establecer relaciones, búsqueda de apoyo, ejercicios y gestión del tiempo, sobre
todo, la capacidad de programar tiempo para descansar. En sentido similar, Csaszar y Buchanan
(2015) consideraron la meditación como una excelente estrategia para que los docentes hagan
frente al estrés y puedan mejorar su bienestar emocional. Además, algunas fuentes registran que las
emociones positivas experimentadas por estos profesionales pueden mejorar la adaptación social
de sus alumnos (Becker et al., 2014; Van Uden et al., 2013) y, de igual forma, el incremento de las
relaciones interpersonales de calidad (Gardenswartz et al., 2010).
La IE es uno de los constructos psicológicos de mayor trascendencia en los últimos años, debido a
la gran importancia que tiene para el buen desarrollo del ser humano y sus habilidades de interacción
social. En el caso del docente, la IE es una variable determinante, pues propicia la adaptación y
predice el nivel del burnout que sufren los profesores (Peñalva et al., 2013).
Al respecto, se cuenta con estudios que han aportado evidencia empírica sobre la incidencia de la
IE en la disminución del estrés laboral, la reducción de estados de ánimo negativos y la experiencia
de estados emocionales positivos (Keefer et al., 2009; Zeidner et al., 2012). Por igual, revisiones
sistemáticas de literatura han subrayado un vínculo constante entre la IE y diferentes actitudes hacia
el trabajo (Miao et al., 2016). A la luz de estos hallazgos, el apoyo que se pueda brindar mediante
jornadas de capacitación en el manejo de la IE se considera cada vez más como una forma útil de
mejorar la resiliencia al estrés y el bienestar de los docentes (Vesely et al., 2014).
La investigación sobre la IE revela su estrecha relación con el equilibrio emocional y la capacidad
para afrontar el estrés. Estudios sugieren que puede mitigar el síndrome de burnout y reducir el
estrés laboral en maestros (Augusto-Landa et al., 2012; Rey et al., 2016; Zeidner et al., 2012).
Aunque la correlación entre IE y estrés es evidente (Gabel-Shemueli et al., 2012), se necesita más
investigación para comprender cómo inuye en la percepción del estrés y cómo puede mejorar
la estabilidad emocional de estos profesionales, especialmente en entornos educativos diversos
(Muraca, 2016; Collie et al., 2012). Dichos hallazgos resaltan la importancia de desarrollar la IE como
una herramienta para afrontar los desafíos laborales en la educación.
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Aunque se han realizado muchos estudios para examinar los niveles de estrés en la profesión
docente, en general falta investigación que explore las estrategias de afrontamiento y la relación
con la IE en el estrés de los docentes dominicanos. Aquí se determina, entonces, una necesidad
de información que requiere ser atendida, en procura de proponer acciones que ayuden a estos
profesionales a mejorar el manejo de su emocionalidad y a desarrollar estrategias de afrontamiento
más efectivas. Por esta razón, se plantean las siguientes preguntas de investigación:
1. ¿Qué relación existe entre la inteligencia emocional, los niveles de estrés y las estrategias de
afrontamiento del estrés que aplican los docentes de nivel primario?
2. ¿Cuáles son los niveles de estrés experimentados por los docentes de nivel primario?
3. ¿Qué estrategias de afrontamiento utilizan los docentes para hacer frente al estrés?
4. ¿Cómo se relaciona la inteligencia emocional con las dimensiones del estrés docente?
5. ¿Existe alguna relación entre la inteligencia emocional y las estrategias de afrontamiento del
estrés en los docentes?
6.
¿Cómo se relacionan las estrategias de afrontamiento con el nivel de estrés de los docentes?
Objetivo general
Analizar la relación entre la inteligencia emocional, las estrategias de afrontamiento del estrés y los
niveles de estrés de los docentes del nivel primario.
Objetivos especícos
1. Determinar los niveles de estrés experimentados por los docentes.
2. Identicar las estrategias utilizadas por los docentes para hacer frente al estrés.
3. Examinar la relación entre la IE y los niveles de estrés en los docentes.
4. Examinar la relación entre la IE y las estrategias de afrontamiento del estrés.
5. Examinar la relación entre estrategias de afrontamiento y estrés de los docentes.
Expuesto lo anterior, a continuación, se presenta la fundamentación teórica de este artículo, donde
se proporciona una visión exhaustiva de los factores que contribuyen al estrés en la profesión
docente, así como las estrategias de afrontamiento y el papel crucial de la inteligencia emocional
en este contexto.
Fundamentación teórica
El estrés laboral es uno de los temas de amplio debate en la literatura cientíca, ya que se relaciona
directamente con la eciencia en el trabajo. En el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos
Mentales, DSM-5 (2013), se dene el estrés como una respuesta negativa, tanto psicológica como
siológica, generada ante la presencia de factores internos o externos que recuerdan o se asemejan
a un evento traumático. En concordancia, Vázquez y González (2023) plantearon que el estrés se
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produce especícamente cuando las demandas de una situación superan la aptitud de afrontamiento
del individuo. En este caso, el organismo experimenta una serie de cambios psicosiológicos para
adaptarse a las exigencias de la situación.
La labor del docente no está exenta de esto e incluso se ha considerado como una profesión de
alto riesgo de estrés (Bidi et al., 2023). Quienes se dedican a la enseñanza, independientemente
del nivel en que trabajen o en las áreas del conocimiento que enseñen, se enfrentan a una serie de
obligaciones y compromisos que generan estrés, por lo que pueden ver afectado su desempeño
profesional.
De acuerdo con Alvites-Huamaní (2019), entre las diferentes fuentes de estrés que afectan al docente
están: presión del tiempo, carga de trabajo, entorno disciplinario, novedades laborales, ser evaluado
por otros, problemas con compañeros de trabajo, conicto de deberes e inadecuación de las
condiciones de trabajo, así como las dicultades al tener que lidiar con estudiantes desmotivados.
Además de las anteriores, los resultados de diferentes estudios han permitido clasicar otras fuentes
de estrés como carga excesiva de trabajo, relación con el equipo de gestión, la estructura del grupo
estudiantil, el analfabetismo ocupacional, falta de apoyo administrativo, inseguridad monetaria,
problemas ocupacionales y problemas disciplinarios de los estudiantes, cambios en el sistema
educativo y supervisión escolar, problemas en las instalaciones de la escuela, falta de intervención
de los padres, falta de apoyo social y escasa experiencia laboral (Aydin y Kaya, 2016; Bidi et al.,
2023; Madrigal y Barraza, 2014; Skaalvik y Skaalvik, 2015).
Ante este listado expuesto, cabe señalar que los generadores de estrés señalados en la literatura
no provocan el mismo impacto en todos los maestros. Sin embargo, pueden causar diferentes
problemas y afectan negativamente el ambiente escolar, así como el desarrollo de los procesos
educativos de manera paulatina. Por esta razón, es necesario que los intentos de proporcionar a
los docentes los métodos para hacer frente al estrés sean mejorados continuamente. Así, en el
próximo apartado se abordarán las estrategias de afrontamiento del estrés.
Estrategias de afrontamiento del estrés
Frente a las situaciones que generan estrés, el ser humano pone en marcha diversos mecanismos
de afrontamiento, tanto a nivel mental como físico, con el objetivo último de preservar su bienestar
(Lipowski, 1970). Estos implican la búsqueda activa de soluciones para superar las dicultades
emocionales que surgen ante los eventos estresantes (Weisman y Worden, 1977), así como la
implementación de acciones concretas para reducir las manifestaciones siológicas y psicológicas
que se producen durante y después de tales eventos (Pulido-Martos et al., 2022). La forma en que
cada individuo afronta el estrés varía en función de sus características personales, la naturaleza de
la situación estresante y los recursos disponibles para afrontarla.
Lazarus y Folkman (1986) clasicaron el afrontamiento en tres formas: cognitivo, conductual y
afectivo. El primero hace referencia a la búsqueda de sentido del suceso estresante para valorarlo
de manera que resulte menos negativo. El segundo consiste en enfrentar el evento y manejar las
consecuencias que conlleve. El último hace referencia a la búsqueda del equilibrio emocional ante
los efectos que provoque el agente estresor.
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Cano et al. (2007) y González et al. (2017) presentan la siguiente clasicación de las estrategias de
afrontamiento del estrés utilizadas por los docentes:
1. Resolución de problemas: Esta estrategia implica abordar de manera activa y sistemática
los problemas que causan estrés. Consiste en identicar el problema, generar soluciones
posibles y tomar medidas para resolverlo.
2. Autocrítica: Se reere a la estrategia de reexión crítica sobre uno mismo y las causas del
estrés.
3. Expresión emocional: Implica hablar con los demás o escribir acerca de las emociones y
sentimientos.
4. Pensamiento desiderativo: Esta estrategia conlleva la creación de pensamientos positivos y
optimistas sobre el futuro.
5. Apoyo social: Consiste en la búsqueda de apoyo de amigos, familiares o colegas.
6. Reestructuración cognitiva: Esta estrategia se basa en identicar y cambiar los patrones de
pensamiento negativos o irracionales que contribuyen al estrés.
7. Evitación de problemas: Consiste en lidiar con el estrés evitando conscientemente enfrentar
los problemas.
8. Retirada social: Adopta el aislamiento social como estrategia de afrontamiento.
La inteligencia emocional
La IE es un constructo psicológico que ha suscitado polémica en los últimos tiempos. Las diferentes
concepciones de esta variable han dado lugar al desarrollo de tres modelos teóricos diferenciados:
(1) el modelo de competencias, (2) el modelo de habilidades y (3) los modelos mixtos (Azpiazu et al.,
2015). El modelo de habilidades desarrollado por Mayer y Salovey (1997) es el marco de referencia
en el campo de estudio de la IE, ya que estos teóricos han sido los pioneros y los primeros en acuñar
el término en el contexto educativo. Desde el punto de vista de Mayer y Salovey (1997), la IE se
corresponde con la habilidad de percibir de manera equilibrada, apreciar, expresar, comprender y
dar valor tanto a los sentimientos y emociones propios como a los de los demás. Por consiguiente,
este modelo de habilidades abarca cuatro ramas o capacidades: la primera se reere a la recepción,
valoración y manifestación expresiva de las emociones. La segunda se vincula a la facilidad emocional
de expresión del pensamiento. La tercera se enfoca en el entendimiento de las emociones; y, por
último se aborda la regulación de estas emociones. En cambio, los modelos mixtos de Goleman
(1998) asumen la IE como aquellas habilidades que ayudan al ser humano a mantener el autocontrol,
la persistencia y el entusiasmo, además de la capacidad de automotivación personal. Dichos
modelos proponen un concepto de la IE que incluye los rasgos de personalidad relacionados con el
impulso, la habilidad de tolerar la frustración, la motivación, el manejo de la ansiedad, el estrés y la
persistencia, entre otros (Goleman, 1995; y Bar-On, 2006). La diferencia entre los dos radica en que
el primero incluye una denición de la IE como destreza ligada al procesamiento de la información
que conlleva un contenido emocional (Salovey et al., 2001).
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De cualquier manera, el estudio de la IE ha traído consigo como ventaja el desarrollo de diferentes
tipos de instrumentos de medición, construidos mediante diversos procedimientos (Gutiérrez-Cobo
et al., 2017). Entre estos destacan los de ejecución o rendimiento y los de autoinforme (Extremera
et al., 2009). Las pruebas de ejecución o rendimiento que miden la IE se centran en el nivel de
ejecución de las destrezas emocionales que muestran las personas ante las tareas donde está
implicado el manejo de emociones (Salguero et al., 2011). Mientras que los autoinformes recogen
información relacionada con la percepción de las personas acerca de su propia habilidad para
manejar emociones.
En la literatura reciente se ha explorado el concepto de IE desde la neurociencia. Según Malezieux et
al. (2023), las emociones y la IE tienen su base en estructuras cerebrales complejas e interconectadas,
como la amígdala, el hipocampo y la corteza prefrontal. Estas áreas del cerebro son responsables de
procesar y regular las emociones, lo que permite a las personas el reconocimiento,la comprensión
y el manejo tanto de sus emociones como las de otras personas relacionadas. Por otro lado, la
neurociencia ofrece una base biológica que ayuda a entender el desarrollo y la mejora de la IE, al
proporcionar estrategias valiosas para manejar las emociones ecazmente (Torres y Daley, 2023).
En la revisión teórica del concepto de IE, este se perla como un elemento esencial en el desarrollo
humano, pues abarca la capacidad de reconocer, comprender y gestionar las emociones propias y
de los demás. Esta habilidad no solo resulta crucial para establecer relaciones interpersonales sólidas
y duraderas, sino que también juega un papel fundamental en el éxito académico y profesional, así
como en el bienestar general del individuo. Se trata de un conjunto de características socioemocionales
que inuyen en cómo percibimos y expresamos nuestros sentimientos e, igualmente, en el uso
efectivo de la información emocional (Igbokwe et al., 2023). Incluye habilidades como la capacidad
de reconocer, comprender, controlar y utilizar las emociones, y se evalúa a través de pruebas
basadas en autoinformes y habilidades (Malsawmtluangi, 2023). Quiere decir, pues, que la IE puede
mejorar el pensamiento, fomentar la autorregulación y desarrollar habilidades sociales, la empatía
y la motivación. Con ese soporte, las personas con alta IE tienden a tener más éxito en sus vidas
personales y profesionales, o sea que desarrollar habilidades emocionales como la empatía, la
resiliencia, la comunicación y la interacción social es fundamental para alcanzar el éxito personal,
académico y laboral (Subramaniam, 2022).
Inteligencia emocional y estrés en los docentes
La regulación de las emociones implica que el individuo tiene la capacidad de manejarse de manera
apropiada, tanto en el plano cognitivo como conductual. Esto incluye el desarrollo de estrategias
de autocontrol y afrontamiento, así como la capacidad de generar emociones positivas (Cortés et
al., 2018). Por otro lado, también se puede denir como la habilidad de sentir las emociones de
forma adecuada en el momento, con intensidad y duración oportunas (Díez, 2021). Este equilibrio
permite gestionar las emociones negativas, disfrutar de las positivas y evitar tanto la represión como
la expresión patológica de las mismas.
De acuerdo con Cejudo y López (2017), el estrés es tanto una emoción como una cognición y puede
describirse como la reacción a una amenaza. Aunque la respuesta al estrés puede ser adaptativa en
circunstancias ordinarias, es dañina en un período de estrés agudo o prolongado, como el miedo y la
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ansiedad. Por eso, el estrés afecta las relaciones interpersonales, sociales, así como las profesionales
y laborales. La educación para el manejo de las emociones y estrés, el equilibrio psicológico y una
mayor paz mental pueden ayudar a que los pensamientos positivos entren en la conciencia de la
persona, mientras que la presencia de emociones negativas incide en mantener dichos pensamientos
fuera. Para quienes no han aprendido o conocido cómo controlar sus emociones, esto representa
una gran amenaza a su desenvolvimiento laboral y por eso hay que considerar, en el campo de la
docencia, ciertas implicaciones en el desarrollo del proceso de clase.
Skinner y Zimmer-Gembeck (2007) armaron que la inteligencia emocional (IE) es decisiva para
enfrentar el estrés, ya que las personas con alta IE desarrollan estrategias más adaptativas y efectivas
para manejar situaciones estresantes. Esto se debe a que, en lugar de evitar el estrés, estas personas
lo enfrentan y aprenden rápidamente de las situaciones sociales y emocionales (Pulido-Martos et
al., 2022). Extremera et al. (2016) también indicaron que la IE en docentes actúa como un factor
protector contra el estrés y está relacionada con una mayor realización personal, menos cansancio
y menores niveles de frialdad hacia los estudiantes.
La inteligencia emocional es clave en el manejo del estrés y las estrategias de afrontamiento de los
docentes e inuye en su desempeño y bienestar. Estudios han demostrado una relación inversa
entre la IE y el estrés (Pandey et al., 2023), y que el comportamiento saludable, positivo con la IE,
está negativamente relacionado con el estrés (Lonbani et al., 2023). Además, el estrés percibido
mediatiza la relación entre la IE y el compromiso laboral, lo cual sugiere que las intervenciones
enfocadas en el manejo del estrés y el desarrollo de la IE pueden mejorar el compromiso en
profesiones emocionalmente exigentes como la enseñanza (Mérida-López et al., 2023). Reconocer
la importancia de la IE en las estrategias para enfrentar el estrés puede mejorar la calidad de la
enseñanza, reducir la deserción docente y mejorar las interacciones laborales, lo que puede beneciar
tanto a los profesores como a estudiantes (Bastian et al., 2023).
Metodología
En el presente estudio se adoptó un enfoque metodológico cuantitativo con un diseño correlacional.
Esta estrategia implicó la recolección y análisis de datos numéricos con el objetivo de examinar la
relación entre las variables de interés: Inteligencia Emocional (IE), estrés y estrategias de afrontamiento
del estrés.
La muestra estuvo conformada por 194 docentes de una población de 1,752 docentes que
pertenecían a centros urbanos de primaria de los distritos 05-01 y 05- 02 de la Regional 05 de San
Pedro de Macorís, República Dominicana. El muestreo se hizo por conveniencia convencional, es
decir, se seleccionó a través de un proceso no probabilístico, ya que no se contaba con un listado
exhaustivo para realizar un muestreo aleatorio3. La mayoría de los participantes fueron mujeres (72
%), con edades entre 22 y 57 años.
Instrumentos de obtención de información
Para evaluar el nivel de estrés docente, se empleó la Escala ED-6, un instrumento compuesto por
77 ítems divididos en seis subescalas: ansiedad, depresión, presiones, creencias, desmotivación y
_____________________________
3 A pesar de ser solicitados, la regional educativa no proveyó datos exhaustivos al equipo investigador. Solo se contó con el total
de docentes.
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mal afrontamiento. Cada ítem se puntuó en una escala Likert de cinco opciones, desde “Totalmente
en desacuerdo” hasta “Totalmente de acuerdo”. La validez de las subescalas fue conrmada
mediante análisis factoriales conrmatorios y su conabilidad interna se evidenció en coecientes
alfa que oscilaron entre 0.74 y 0.89 (Gutiérrez et al., 2005). La escala en su conjunto presentó una
conabilidad total de 0.93, lo que indica una alta consistencia interna. En cuanto a la interpretación
de las puntuaciones, valores por debajo del percentil 20 se consideraron como un nivel de estrés
muy bajo, percentiles 21 y 40 como bajo, entre 41 y 60 como normal, entre 61 y 80 como moderado,
entre 80 y 94 como alto y superiores al 95 como muy alto.
Para medir el afrontamiento del estrés, se utilizó el Inventario de Estrategias de Afrontamiento del
Estrés, adaptado por González et al. (2017). El instrumento consta de 8 subescalas, cada una
con cinco ítems, para un total de 40. Las estrategias son: “resolución de problemas, autocrítica,
expresión emocional, pensamiento desiderativo, apoyo social, reestructuración cognitiva, evitación
de problemas, retirada social” (p. 118). La escala de respuesta es tipo Likert. Una mayor puntuación
en cada escala indica mayor utilización de la estrategia de afrontamiento. Este instrumento ha sido
sometido a diversos estudios de validez mediante análisis factorial conrmatorio que han sustentado
la estructura de este (Jauregui et al., 2016; Nava et al., 2010). Su conabilidad, calculada mediante
Alfa de Cronbach, oscila entre 0.84 y 0.92, lo que representa una buena medida de consistencia.
La inteligencia emocional se midió utilizando el Trait Meta Mood Scale (TMMS) de Salovey y Mayer
(1990), adaptado por Fernández-Berrocal et al. (2004). Este instrumento proporciona una medida
global de la IE percibida y consta de 24 ítems divididos en tres subescalas: atención emocional,
claridad emocional y reparación emocional.La consistencia interna, calculada mediante el Alfa de
Cronbach, es de .77 para Atención, .75 para Claridad y .75 para Reparación. Los participantes
responden a cada ítem en una escala Likert de cinco puntos, que va desde 1 (“Nada de acuerdo”)
hasta 5 (“Totalmente de acuerdo”). Para obtener el resultado de cada subescala, se suman los ítems
correspondientes.
Análisis de los resultados
Los datos del estudio fueron analizados utilizando el software SPSS (Statistical Package for the
Social Sciences). Se realizaron análisis descriptivos para resumir las características de las variables
estudiadas, incluyendo medidas de tendencia central, dispersión y frecuencias. Adicionalmente, se
aplicaron análisis de correlación utilizando la prueba de Spearman Rho para examinar las relaciones
entre las variables. Este coeciente fue seleccionado debido a su capacidad para analizar relaciones
entre variables ordinales o de intervalo, especialmente cuando los datos no siguen una distribución
normal o se presentan valores atípicos, como fue el caso en este estudio.
En el marco de la investigación, se consideraron diversos aspectos éticos para garantizar la integridad
y el bienestar de los participantes. Se obtuvo el consentimiento informado de todos los docentes
involucrados, con atención en que comprendieran completamente el propósito del estudio, sus
derechos y responsabilidades como sujetos de investigación. La condencialidad de la información
de los participantes fue estrictamente respetada, para garantizar el anonimato de sus respuestas,
proteger su privacidad en todo momento.
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Resultados
En esta sección se detallan los principales resultados obtenidos del estudio sobre el estrés, las
estrategias de afrontamiento y la inteligencia emocional (IE) en docentes de nivel primario. Los
resultados se organizan de acuerdo con las distintas variables analizadas y se muestran tanto en
tablas descriptivas como en correlaciones entre variables. Se han incluido estos resultados, ya que
son los que responden de manera precisa a los objetivos del estudio.
Objetivo 1. Determinar los niveles de estrés experimentados por los docentes.
Tabla 1. Nivel de estrés de los docentes
Frecuencia Porcentaje válido
Válidos
Muy bajo 41 21.1
Bajo 40 20.6
Normal 38 19.6
Moderado 34 17.5
Alto 23 11.9
Muy Alto 18 9.3
Total 194 100
Como se observa en la tabla 1, la mayoría de los participantes reportaron niveles de estrés que oscilan
desde muy bajos hasta moderados, lo cual abarca aproximadamente el 58.2 %. Esto sugiere que
una parte signicativa de la población parece manejar el estrés a un nivel que podría considerarse
dentro de los límites normales. Sin embargo, un segmento más pequeño, alrededor del 21.2 %,
experimentó niveles de estrés considerados altos o muy altos, lo que podría indicar la presencia de
situaciones estresantes signicativas o dicultades en la gestión del estrés en este grupo.
Objetivo 2. Identicar las estrategias utilizadas por los docentes para hacer frente al estrés.
Tabla 2. Estadísticos descriptivos para las estrategias de afrontamiento del estrés
Media Máximo Mínimo Desv. t.
Resolución problemas 14 20 0 5.3
Autocrítica 6 20 0 5.2
Expresión emocional 11 20 0 5.2
Pensamiento desiderativo 13 20 0 5.1
Apoyo social 12 20 0 5.2
Reestructuración cognitiva 11 20 0 5.4
Evitación de problemas 8 18 0 5.3
Retirada social 7 20 0 5.1
Fuente: Inventario de Estrategias de Afrontamiento del Estrés (IEAS).
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La variabilidad en estas dimensiones es evidente, con valores máximos que alcanzan los 20 y
valores mínimos en 0 en las variables analizadas. Esto sugiere que las personas en este entorno
tienen enfoques y estrategias de afrontamiento muy diferentes. La presencia de valores máximos
en algunas variables, como Resolución de Problemas, Pensamiento Desiderativo y Apoyo Social,
indica que una parte de la población utiliza activamente estos recursos para enfrentar situaciones
desaantes. Por otro lado, la presencia de valores mínimos en Autocrítica, Expresión Emocional,
Reestructuración Cognitiva y Evitación de Problemas sugiere que hay individuos que podrían carecer
de estas estrategias o ser menos propensos a utilizarlas.
Objetivo 3. Examinar la relación entre la IE y los niveles de estrés en los docentes.
Tabla 3. Estadísticos descriptivos de la inteligencia emocional por dimensiones
N Mínimo Máximo Media Desv. típ
Resolución problemas 194 4 40 26.71 6.5
Autocrítica 194 0 40 30.91 6.7
Expresión emocional 194 8 40 31.55 6.5
Fuente: Escala de Estrés Docente (Escala ED-6).
Según los resultados de los estadísticos descriptivos en el presente estudio, se observa que el
promedio obtenido por los participantes en la variable atención fue de 26.71, con una desviación
estándar de SD = 6.473. La variable claridad presentó una media de 30.91 y una desviación estándar
de SD = 6.687 en el mismo conjunto de datos. Por último, en cuanto a la reparación, se observó
una media de 31.55 y una desviación estándar de SD = 6.519. Estos resultados proporcionan
una visión general de los componentes de la IE, que permiten apreciar un nivel adecuado según la
evaluación de las respuestas.
Tabla 4. Correlaciones entre las dimensiones de IE y el Estrés Docente
Atención
Emocional
Claridad
Emocional
Reparación
Emocional
Estrés Docente -.196** .310** .300**
Nota: **La correlación es signicativa al nivel 0,01 (bilateral).
La tabla 4 presenta correlaciones entre las dimensiones de la IE y el estrés docente. Se observa
una correlación negativa y signicativa entre el estrés y la atención emocional (rs = -1.96, p < 0.05).
Por otro lado, se revelan correlaciones positivas y signicativas entre el estrés y las dimensiones de
claridad (rs =.310, p < 0.05) y reparación emocional (rs =.300, p < 0.05).
Objetivo 4. Examinar la relación entre la IE y las estrategias de afrontamiento del estrés.
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Tabla 5. Correlaciones entre IE y las estrategias de afrontamiento del estrés
Atención Claridad Reparación
1. Resolución de Problemas .164* .223** .127
2. Autocrítica .223** -.133 -.104
3. Expresión Emocional .210** .104 .189**
4. Pensamiento Desiderativo .234** .168** .239**
5. Apoyo Social .189** .139 .151*
6. Reestructuración Cognitiva .145* .124 .156*
7. Evitación de Problemas .135 -.004 .029
8. Retirada Social 1.91* -.007 -.004
Fuente: Inventario de Estrategias de Afrontamiento del Estrés (IEAS).
Nota. **La correlación es signicativa al nivel 0,01 (bilateral).
La tabla 5 muestra las correlaciones entre las dimensiones de la IE (atención, claridad y reparación)
y las estrategias de afrontamiento del estrés de los docentes. Las correlaciones positivas débiles
más fuertes se observaron entre pensamiento desiderativo y reparación (rs = 0.239, p < 0.05), al
igual con la atención (rs = .234, p < 0.05). La resolución de problemas con claridad (rs = 0.223, p
< 0.05), autocrítica y atención (rs = 0.223, p < 0.05). También se observaron otras correlaciones
signicativas de menor intensidad con expresión emocional, apoyo social y las dimensiones de la IE.
Objetivo 5. Examinar la relación entre estrategias de afrontamiento y estrés de los docentes.
Tabla 6. Correlaciones entre estrategias de afrontamiento del estrés y el estrés docente
Estrategias de afrontamiento Atención
1. Resolución de Problemas .159*
2. Autocrítica -.367**
3. Expresión Emocional -.008
4. Pensamiento Desiderativo .028
5. Apoyo Social .071
6. Reestructuración Cognitiva .043
7. Evitación de Problemas -.173*
8. Retirada Social -.265**
Nota. **La correlación es signicativa al nivel 0,01 (bilateral).
En la tabla 6 se muestra que, entre las estrategias de afrontamiento, se observaron correlaciones
negativas débiles entre el estrés y las estrategias de autocrítica (rs = -.367, p < 0.05), retirada social
(rs = -.265, p < 0.05) y evitación de problemas (rs = -.173, p < 0.05).
116
Discusiones y conclusiones
Niveles de estrés de los docentes
El objetivo principal del estudio consistió en analizar la relación entre la inteligencia emocional, las
estrategias de afrontamiento del estrés y los niveles de estrés de los docentes de nivel primario. La
mayoría de los participantes informaron niveles de estrés que se encuentran dentro de los límites
normales, pero un segmento importante experimentó niveles altos o muy altos, lo que indica la
presencia de situaciones estresantes signicativas o dicultades en la gestión del estrés en el
grupo observado. Estos resultados coinciden con el estudio de Aguilar y Mayorga (2020) y con el
de Palacios y Rivera-Muñoz (2020). En tal sentido, Alvarado (2020) indicó que los altos niveles de
estrés en los docentes posiblemente sean producto del exceso de tareas y responsabilidades que
pueden generar agotamiento emocional. De igual forma, concuerdan con los hallazgos de otras
investigaciones en el campo del estrés docente (Arbia, 2023; Espinosa-Castro et al., 2020; Martínez
y Díaz, 2007).
Estrategias utilizadas por los docentes para hacer frente al estrés
Los resultados relacionados con las estrategias de afrontamiento reejan los diferentes mecanismos
que los docentes emplean para hacer frente a las tensiones asociadas con su profesión. La
observación de que algunas dimensiones de afrontamiento, como la Resolución de Problemas,
Pensamiento Desiderativo y Apoyo Social presentan valores máximos, para indicar que una parte
de la población de docentes podría recurrir activamente a estas estrategias para enfrentar desafíos
en su trabajo. Los resultados vistos son consistentes con los de otros estudios (Cháidez y Barraza,
2018; Contreras y Barraza, 2016). Estas estrategias pueden ser indicativas de una mayor resiliencia
y adaptabilidad en su capacidad para gestionar las tensiones laborales, mientras que un mal
afrontamiento del estrés puede conducir a una disminución de la resiliencia y a un mayor riesgo
de agotamiento profesional (Morán et al., 2019).
Relación entre la IE y las dimensiones del estrés docente
La correlación negativa y signicativa entre el estrés docente y la atención emocional podría indicar
que, a medida que la atención emocional del docente aumenta, tiende a disminuir levemente el
nivel de estrés experimentado. Sin embargo, correlaciones positivas y signicativas entre el estrés
con las dimensiones de claridad y reparación emocional también pueden indicar que un mayor
nivel de claridad y capacidad de reparación emocional está asociado con niveles más altos de
estrés docente, resultados que no son consistentes con otros estudios como los realizados por
Mérida-López et al. (2017) y Messineo y Tosto (2022) quienes observaron una correlación negativa
signicativa entre la regulación emocional y el estrés. En tal sentido, estos resultados sugieren que
la relación entre el estrés docente y la atención emocional es compleja y multifacética, así como
requiere de un análisis más profundo donde se considere la diversidad de contextos y variables
individuales que pueden inuir en ella.
Por ejemplo, Mérida y Extremera (2017) descubrieron que los profesores con una elevada Inteligencia
Emocional (IE) exhiben un mayor dominio sobre las tareas estresantes en el entorno educativo. Estos
docentes utilizan patrones de pensamiento más constructivos para enfrentar el estrés y son capaces
de identicar de manera más efectiva las evaluaciones erróneas, corrigiéndolas en consecuencia.
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Mientras que Keefer et al. (2009) y Zeidner et al. (2012) proporcionaron evidencia empírica que
respalda la idea de que la IE está vinculada a la disminución del estrés laboral, la reducción de
estados de ánimo negativos y la experimentación de estados emocionales positivos, contrario a
lo observado en este estudio en dos de las dimensiones de la IE, que presentaron una correlación
positiva con el estrés.
Relación entre la IE, las estrategias de afrontamiento y el estrés
Con respecto a las correlaciones, los resultados estadísticos sobre la relación entre las dimensiones
de IE y las Estrategias de Afrontamiento arrojaron correlaciones positivas débiles, contrario a Fteiha y
Awwad (2020), quienes observaron correlaciones más fuertes, lo que sugiere que existe una conexión
entre ciertos aspectos de la IE y estrategias especícas para hacer frente al estrés. Por ejemplo, la
relación entre el pensamiento desiderativo y la reparación indica que aquellos que tienden a pensar
en soluciones ideales también tienden a buscar maneras de reparar situaciones estresantes. Estos
resultados van en concordancia con los de Augusto-Landa et al. (2011) y García-Martínez (2021).
Por otro lado, las correlaciones negativas débiles entre la Autocrítica y el Estrés percibido por los
participantes sugieren que la crítica interna puede estar relacionada con una menor percepción de
estrés. Del mismo modo, las correlaciones negativas débiles entre la Retirada Social y el Estrés
sugieren que la evitación social puede estar asociada con una menor percepción de ansiedad,
depresión y otras dimensiones relacionadas con el estrés. Por otro lado, las correlaciones negativas
con la Evitación de Problemas pudieran señalar que aquellos que evitan activamente abordar
problemas pueden experimentar menos malestar emocional. Estos resultados son contrarios a
los observados en el estudio de Messineo y Tosto (2022), quienes observaron que a medida que
aumentaban las estrategias de evitación había un aumento del estrés.
En general, estos hallazgos tienen importantes implicaciones para el diseño de intervenciones y
programas de apoyo emocional para los docentes. Para abordar el estrés docente y fortalecer su
inteligencia emocional, se proponen varias recomendaciones clave: (1) diseñar programas de apoyo
emocional que fomenten habilidades como la percepción, autoconciencia, autorregulación y empatía,
proporcionando herramientas especícas; (2) establecer sistemas de apoyo continuo que ofrezcan
a los docentes acceso a recursos emocionales y profesionales a lo largo de su carrera, incluyendo
asesoramiento, grupos de apoyo entre colegas y mentoría; (3) diversicar la muestra en futuras
investigaciones, incluyendo docentes de diferentes niveles educativos y contextos para comparar
niveles de estrés y estrategias de afrontamiento; (4) desarrollar intervenciones personalizadas,
basadas en evaluaciones individuales de inteligencia emocional y estrés, adaptadas a las necesidades
especícas de cada docente; y (5) promover un ambiente de trabajo de colaboración y soporte entre
docentes, creando redes de apoyo, talleres grupales y actividades de cohesión para fortalecer el
sentido de comunidad y la colaboración.
Entre las principales limitaciones de este estudio está el tamaño de la muestra, pues no se contó
con la participación de docentes de otros niveles educativos. También se reconocen limitaciones
inherentes al muestreo por conveniencia por la posibilidad de inducir un sesgo de selección, ya que
los participantes elegidos pueden no representar adecuadamente a la población objetivo. Resultaría
pertinente que futuros estudios incluyeran participantes de educación inicial y secundaria, al igual
que de escuelas privadas, para comparar los niveles de estrés y ver cómo los docentes manejan
diferentes estrategias de afrontamiento e IE.
118
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