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CUADERNO DE PEDAGOGÍA UNIVERSITARIA | VOL. 22 NÚMERO 43 | PP 8 - 24
Por otro lado, Valencia (2020) destaca la importancia de la inteligencia cultural y de las estrategias
de comunicación intercultural para los profesionales del turismo, y Gonçalves (2020) enfatiza la
interconexión del aprendizaje de idiomas y la competencia intercultural. Asimismo, Kelmendi & Hysenaj
(2024) realizaron un estudio que revela que los alumnos reconocen la importancia del inglés para el
turismo, en particular las habilidades de producción y comprensión orales. Su estudio establece un
vínculo directo entre el dominio del inglés y la calidad de los servicios prestados en el sector turístico.
La necesidad de imbricación entre las prácticas docentes y el mundo profesional se aprecia también
en el estudio de Namtapi (2022), quien realizó un análisis utilizando cuestionarios y entrevistas para
determinar las tareas y habilidades específicas que requieren los trabajadores durante su interacción
con los turistas. Sus resultados coinciden con los de Kelmendi & Hysenaj (2024) y apuntan a que las
habilidades comunicativas, particularmente para escuchar y hablar, son especialmente importantes
en combinación con una alta sensibilidad y conciencia cultural. Como consecuencia, Namtapi
(2022) aboga por un enfoque basado en tareas que se centra en las habilidades de comunicación,
la gramática y la comprensión cultural de la vida real.
El desarrollo de la competencia intercultural es esencial para una cooperación empresarial eficaz,
especialmente en sectores globalizados como el de la hostelería. Luka (2007) destaca el fuerte vínculo
entre la competencia intercultural y la lingüística, y sugiere que las clases de idiomas deberían incluir
estrategias para mejorar las habilidades interculturales. El multilingüismo suele considerarse una
ventaja competitiva tanto para las empresas como para los individuos en el sector de la hostelería,
aunque hay también perspectivas críticas que advierten sobre la influencia del poder y la ideología
en la comunicación intercultural (Sharma & Gao, 2021). Para fomentar una auténtica competencia
intercultural, es necesario desarrollar no solo habilidades lingüísticas (“competencia comunicativa”,
cf. Canale & Swain, 1980; Hymes, 1967), sino también actitudes reflexivas que promuevan una
interacción constructiva (cf. Deardorff, 2006).
En tal sentido, Liu et al. (2020) recopilaron datos cuantitativos y cualitativos de profesionales de la
industria, profesores y estudiantes para explorar la competencia en comunicación intercultural en
la industria hotelera en el contexto chino. Sus datos respaldan la opinión de que las habilidades
de aprender sobre diferentes culturas e interactuar con personas de diversos orígenes, así como
adaptarse a diferentes normas culturales y emplear estrategias apropiadas para una comunicación
efectiva, son básicas para preparar a los estudiantes para las demandas de la industria.
Metodologías de enseñanza del inglés
Las metodologías de enseñanza que contextualizan la experiencia de aprendizaje en situaciones
reales pueden desempeñar un papel crucial para asegurar el desarrollo completo de la competencia
intercultural y la dimensión social del lenguaje en actividades de mediación. En este sentido, han
surgido enfoques como el aprendizaje integrado de contenidos y lenguas (CLIL, por el inglés
Content and Language Integrated Learning) (Dalton-Puffer, 2007; Bentley, 2010) y la enseñanza
de lenguas basada en tareas (TBLT, por el inglés Task-Based Language Teaching) (Estaire, 1990,
2009; Nunan, 2011; Córdoba, 2016; East, 2021), que han demostrado ser altamente efectivos.
Esto queda reflejado en el creciente número de estudios empíricos que avalan su aplicación en el
aula de lenguas extranjeras (Córdoba, 2016; Waluyo, 2019; Lambert & Oliver, 2020).